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“Los derechos son para el delincuente, no para el que trabaja”, dijo el abogado de Kattz

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Claudio Katiz, el abogado defensor de Héctor Kattz, el productor rural de Salto Encantado que asesinó a un delincuente que llegó a su casa con intenciones de robar, habló con Misiones Cuatro, y dijo que en las próximas horas, el juez deberá decidir si lo excarcela. Piden el cambio de carátula.

“Los derechos son para el delincuente, no para el que trabaja”, dijo el abogado de Kattz
Héctor Kattz luego de declarar ante el juez Alarcón

POSADAS Y SALTO ENCANTADO. El sábado último, Héctor Kattz, recibió la visita de dos hombres que llegaron a su vivienda con intenciones de robar y, cuando uno de ellos le apuntó a su esposa con un arma en la cabeza, el hombre buscó su revólver, disparó y mató al delincuente. Desde ese momento, se encuentra detenido por “homicidio” y su defensa pide la excarcelación, ya que el hombre actuó en defensa propia.

Este miércoles, Kattz declaró ante el juez Horacio Alarcón y luego regresó a la comisaría de Salto Encantado donde se encuentra detenido.

Para conocer más detalles de la situación judicial del agricultor, Misiones Cuatro dialogó con Claudio Katiz, el abogado defensor de Héctor Kattz, quien al respecto declaró que el juez hizo preguntas que son lógicas “para tener un panorama completo respecto al contexto en el cual se produjeron estos hechos. Le hizo preguntas sobre con quien había hablado esos últimos días, si había realizado una transacción alguna venta de ganado o venta de yerba, para saber si tenía dinero en la casa”, reveló el letrado.

Dijo que el colono no tenía dinero y tampoco sabía quienes eran los asaltantes y como llegaron hasta el domicilio de los Kattz. “No eran rateros, fueron con algún dato cierto de que podían llevarse algo”, expresó

Además, el letrado, desmintió algunas versiones que circularon, por ejemplo, que había contratado a esos hombres para realizar algún trabajo. “Él no los conoce, son gente que llegó ahí porque se les averiado la moto y como cualquier persona solidaria le abrió el portón, estaba íntegramente dentro de la propiedad de Héctor Kattz, cuando le iba a entregar la llave de la moto, le tomó la mano a Kattz y dijo ‘entregá el dinero esto, es un asalto’. No había cualquier otra alternativa que defenderse, nadie tiene el derecho de dejarse matar, era una cuestión de vida o muerte, precisó el abogado.

Asimismo, comentó que el delincuente estaba afuera de la casa, al lado de la ventana y tenía el arma apoyado en la cabeza de la esposa de Kattz. “Pasó en milésima de segundos, disparó del interior de la vivienda, la mujer estaba arrodillada con el arma en la cabeza. Un mínimo movimiento involuntario y, si accionaba el gatillo, hubiera disparado el arma”, manifestó el letrado.

Contó que el ladrón abatido, Gustavo Presli, era oriundo de Campo Grande, al igual que su cómplice, que este miércoles fue detenido tras permanecer prófugo. “Gente de Campo Grande que fueron a Salto Encantado a robar”, expresó.

De acuerdo con información que maneja la Policía y la causa, Presli estuvo preso en La Matanza y recibió el beneficio de la libertad por la pandemia del Covid-19. “Debería estar detenido purgando su condena como corresponde, sin embargo, recibió el regalito del gobierno el año pasado con esa liberación masiva de presos y volvió a su provincia”, manifestó Katiz.

Reveló que la carátula es “homicidio simple con exceso de defensa”. “Lo investigan como exceso de defensa y no hay ningún exceso”, explicó.

Pedimos el cambio de calificación por legítima defensa. Estamos esperando el dictamen del fiscal. Mañana o pasado su señoría estará resolviendo respecto a la excarcelación de Katz”, reveló.

Los derechos son para el delincuente no para el que trabaja, deberían empezar o poner un equilibrio en el platillo de la balanza, a favor del delincuente y no puede ser así”, añadió.

Fue una legítima defensa “no solo por el respeto de la vida y de sus bienes, por estar en riesgo su familia que no se podía defender”, detalló.

“La legítima defensa no es solamente respecto de la vida, el que está siendo amenazado, de sus bienes y de las personas que tiene al lado. De la mujer que estaba arrodillada y con un arma en la cabeza”, explicó Katiz.

El juez debe decidir si lo excarcela y, en caso de no cambiar la carátula, la pena podría ser hasta 8 años de prisión.

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