Ricardo Pérez Dorrego, abogado de Diego Correa, uno de los policías detenidos por su participación en las protestas salariales de mayo de 2024, sostuvo que las acusaciones de sedición y conspiración carecen de fundamentos. Según el defensor, los arrestos se basan únicamente en mensajes intercambiados en un grupo de WhatsApp meses después de las manifestaciones.

Ricardo Pérez Dorrego, abogado de Diego Correa, uno de los policías acusados de integrar un grupo de WhatsApp que presuntamente incitaba a la sedición y nuevas protestas tras las manifestaciones salariales de mayo de 2024, se refirió a las detenciones que tuvieron lugar meses después de los hechos. Según el abogado, las acusaciones de coacción agravada, conspiración y sedición no tienen fundamento, ya que los presuntos delitos imputados no constituyen un crimen.

“Solicitamos un planteo de excepción por falta de acción y manifestamos que los delitos por los que están investigados, no son delitos en sí mismo”, aseguró. El abogado argumentó que los cargos de sedición y conspiración no se sostienen al analizar los tipos penales involucrados. “Están acusados por mandar mensajes en un grupo de WhatsApp, ¿Dónde está el delito?”, se preguntó, y agregó que la acusación carece de pruebas concretas de un plan o intento de sedición real.

El operativo que derivó en las detenciones de varios policías, incluidos Correa, se originó a raíz de una investigación sobre una supuesta incitación a continuar con las protestas tras las manifestaciones de mayo. Sin embargo, Pérez Dorrego sostuvo que las pruebas del caso se basan exclusivamente en mensajes intercambiados entre los acusados, sin ninguna evidencia.

El abogado también señaló que su cliente entregó voluntariamente su celular y su contraseña, confiado en que no había cometido ningún delito. “Sacaron la información porque mi cliente entregó el celular sabiendo que no había cometido ningún delito”, explicó, defendiendo la actitud cooperativa de su cliente en el proceso.

Pérez Dorrego criticó los fundamentos de la prisión preventiva dictada contra los detenidos, señalando que el juez había prejuzgado un hecho anterior que ni siquiera era parte de la investigación original, y utilizó esto para fundamentar la medida. “Coacción no existe y sedición no existe. Simplemente hablaron en el grupo de WhatsApp”, reiteró.

El abogado también cuestionó la prolongada duración de la detención de los acusados, indicando que la investigación aún se encuentra en la etapa de instrucción y que los detenidos podrían estar tranquilos en sus hogares a la espera del juicio. “Tranquilamente podrían estar en su casa”, afirmó Pérez Dorrego, criticando las decisiones judiciales que llevaron a las detenciones.

Finalmente, el defensor recordó que Diego Correa tenía antecedentes de trabajo destacado, como una felicitación del Poder Ejecutivo por salvarle la vida a una persona, y que en todo momento había demostrado ser un profesional comprometido. “De la nada, ahora es un criminal que no puede estar libre”, concluyó el abogado, destacando que la investigación es, a su juicio, “viciada e injusta”.