[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un centenar de familias de Garupá deben pagarle por el servicio de agua potable a unos vecinos. La instalación del tanque fue realizada por el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas) en un terreno privado y ahora los dueños cobran 100 pesos a cada usuario para liberar el líquido vital.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El agua es un derecho humano y los gobiernos están obligados a garantizar a todos los ciudadanos el acceso al líquido vital. El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho al agua y al saneamiento, reafirmando que son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

Paradójicamente, desde ese mismo año, un centenar de familias que viven en el barrio Las Piedras (Garupá) tienen que pagarles a unos vecinos para tener acceso a una perforación que el gobierno provincial realizó con fondos nacionales en un terreno privado.

Es así que el suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos, que debe estar asegurado para la población, en Las Piedras depende del humor de un vecino.

“Hace siete años existe un déficit por el tema del agua, ya que un señor tiene de rehén a los vecinos cobrando por liberar el agua del tanque que está en su terreno. Dice que si hacen protesta no les va a mandar más el agua”, reclamó Justino Cuellar, presidente de la comisión barrial.

¿Por qué el Imas instaló un tanque de servicio público en un terreno privado? Cuellar relató que se estableció que el pozo que se hallaba en ese lugar era adecuado para abastecer al barrio y una propietaria le habría donado la porción exacta del terreno a la Nación para realizar la obra.

“Ahora ellos dicen que son los dueños del agua. La dueña se llama Beatriz Escobar, el cuñado es Rogelio Blanco y la esposa Isabel Escobar. Cobran 100 pesos por mes y hay 100 familias pagando”, comentó el dirigente vecinal.

El mayor inconveniente ocurre cuando algún usuario no tiene buena relación con el proveedor y este le corta el servicio. “Un vecino tuvo que usar la canilla pública que tenemos, porque le cortaron el agua del tanque”, dijo Cuellar.

Además indicó que los damnificados recurrieron a la Municipalidad para reclamar una solución, ya que viven en la incertidumbre de si tendrán agua o no, por depender de un particular. En ese sentido, también lamentó que no obtuvieron ningún tipo de respuesta favorable por parte de la comuna.

“El intendente dice que no tiene nada que ver porque la perforación fue hecha por el Imas y no por el municipio. Pedimos con urgencia que se saque esta gente que se encuentra a cargo del agua. Voy a cortar la ruta si no tengo solución pronto”, advirtió Cuellar.

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