IGUAZÚ. Monseñor Marcelo Martorell le envió la carta de su renuncia al papa Francisco, quien ahora debe aceptar la dimisión y designar a quien será el sucesor al frente del Obispado de Iguazú. El 1º de marzo Martorell cumplió 75 años, y confió a sus allegados, sentirse viejo para la función. Además, reveló que el próximo Obispo, sea uno más joven.
Martorell quedó al frente del Obispado de Iguazú, como sucesor de monseñor Joaquín Piña en 2006. Por entonces, Piña ganó las elecciones a convencional constituyente de la provincia, en la histórica gesta del FUD (Frente Unidos por la Dignidad) que sepultó las aspiraciones del entonces gobernador Carlos Rovira, de conseguir para sí, la reelección indefinida.
Tras la elección de aquel plebiscito, Piña fue designado obispo emérito de la Diócesis de Iguazú y se mudó a vivir a Posadas luego de aquella incursión política que alteró la historia de la provincia. Recordemos que Piña prevaleció frente a la Renovación y el kirchnerismo, que avalaban la reforma constitucional para que Rovira pueda acceder a la reelección sin límites.
El salteño Martorell se licenció en Filosofía y Teología por la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires. Al terminar sus estudios superiores, fue ordenado sacerdote en Roma (Italia), el 17 de mayo de 1970 por Su Santidad el Papa Pablo VI.
Como sacerdote fue Vicario parroquial (1970-1974); educador y profesor de teología en el Seminario Mayor de Córdoba (1975-1986); Tesorero General Arquidiocesano (1980-1987); pastor del Instituto Parroquial Santo Cristo en Córdoba (1986-1992); Vicario general (1987-1998). Además, también fue moderador de la curia y Juez del Tribunal Eclesiástico. Asimismo, es miembro de la Comisión Episcopal de Educación Católica, dentro de la Conferencia Episcopal Argentina.
