[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Defensor de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, Miguel Molina admitió que las políticas de su gobierno hacia los indígenas misioneros, porque “no están dando los resultados esperados”. Consultado sobre los niños mbya en situación de calle, el funcionario se mostró perturbado y se limitó a decir que “el abordaje es diferente” al de los chicos urbanos que están a la intemperie. Admitió que hay 395 menores judicializados, residiendo en orfanatos de Misiones, pero evitó dar números de niños mbya y criollos en situación de calle.[/vc_column_text][vc_single_image image=”118005″ img_size=”full” title=”Imagen gentileza de Radio Tupambaé”][vc_column_text]POSADAS. El Defensor de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes Miguel Molina pasó un duro momento esta mañana en una entrevista radial, cuando fue consultado por la situación de los niños mbya que están mendigando a la intemperie en Posadas. Tras un tenso silencio, el funcionario se limitó a decir que “el abordaje es diferentes”, aunque se escudó al decir que no estaba justificando que los niños/as mbya estén a la intemperie por un supuesto respeto a las pautas culturales.
Molina admitió que “hay que modificar las políticas públicas hacia los mbya”, porque “no están dando los resultados esperados”, en lo que pareció una crítica hacia la Dirección de Asuntos Guaraníes, el organismo abocado a la problemática indígena en Misiones.
Después de criticar la presentación de un informe del programa de Jorge Lanata, sobre un niño en situación de marginalidad –advirtió que en forma solapada, se está tratando de proponer una baja en la edad de imputabilidad-, Molina fue consultado por los niños en situación de calle en la provincia. Ante esta cuestión, Molina se refirió a los menores judicializados, revelando que ascienden a los 395, un número que es muy elevado porque se trata de menores que están en hogares y orfanatos, sin un status jurídico definido.
Y repreguntado sobre los mbya, Molina quedó expuesto al no informar sobre los números de niños en situación de calle y evitar precisiones sobre lo que hace la Defensoría para intervenir sobre esta problemática. Más aún respecto de los niños/as mbya, pues Molina dijo que se debe tener un “abordaje diferente” respecto de los “niños urbanos”, pero no explicó cuál es ese encuadre.
De hecho, ante la consulta sobre los niños que están en situación de calle, el funcionario prefirió desviar el foco de atención, señalando una perogrullada: “siempre hay un adulto detrás”, sacando provecho de los niños. Condenando esta explotación de los adultos sobre los niños, Molina evitó referirse a intervenciones puntuales de la Defensoría para evitar que los niños/as sigan a la intemperie.
Pero con los mbya en situación de calle, Molina quedó aún más expuesto. Al ser consultado sobre si no es la misma vulnerabilidad, la de los niños urbanos y la de los mbya en situación de calle, Molina tuvo que pensar la respuesta varios segundos y terminó diciendo que “el abordaje debe ser diferente”. Aunque recalcó que no está justificando que los niños/as indígenas estén en la calle, mendigando o vendiendo artesanías. “Hay que modificar las políticas públicas hacia los mbya”, porque “no están dando los resultados esperados”, opinó Molina, un poco para salir del paso, pues evitó mencionar a la Dirección de Asuntos Guaraníes, la entidad del estado misionero responsable de articular las políticas públicas hacia los mbya en Misiones.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1500470100043-bbb6f13b-37da-8″ include=”34103,118018,118019″][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]
