POSADAS. El titular de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura, Eduardo Scherer, dio su visión respecto del motín ocurrido en la madrugada del viernes en la Comisaría 8ª y apuntó al hacinamiento, a la falta de celeridad de la Justicia en la definición de los procesamientos con prisión preventiva y a la introducción de psicotrópicos en las cárceles. Cabe recordar que un preso logró escapar aprovechando el motín. Y que aún sigue prófugo.

En diálogo con MisionesCuatro, Scherer dijo que estuvo el viernes por la tarde en la comisaría 8ª, producto de los “videos que estaban circulando en las redes. Pasamos a hablar con los detenidos alojados en la Comisaría 8ª. Es un problema que ocurre en varias comisarías, la superpoblación. En la Comisaría 5ª, hay una gran cantidad de personas alojadas en un espacio físico reducido, que además, no es para alojar a personas detenidas por mucho tiempo”, detalló el funcionario renovador.

“Tampoco son los agentes de la policía, personas que tienen que oficiar de penitenciarios”, insistió Scherer.

El hacinamiento y la superpoblación de presos en cárceles, como detonantes de los motines

Para el titular de la Comisión contra la Tortura, “tenemos un problema de fondo que lo atribuyo a la cuestión de resolver las cuestiones procesales de forma inmediata y evitar que estén tanto tiempo en comisarías”, recalcó. Y reveló: “en la Comisaría 5ª hay 26 personas cuando la capacidad es para 8 y tienen una sola ducha”.

“En la Comisaría 8ª había 20 personas cuando ocurrió el motín. Pero la capacidad es de 4 personas por celda y son 4 celdas, son 16. Está bien, había 4 de más”, añadió Scherer, admitiendo que esa comisaría no tiene un problema de hacinamiento como el que experimenta la Seccional 5ª, donde no hubo motines, hasta el momento.

En esta línea Scherer apuntó a la inacción judicial como causa del hacinamiento, porque los jueces deberían definir en no más de 15 días, si un sospechosos será imputado con prisión preventiva. De ser así, el detenido “debe ser alojado a una unidad penal, donde esta persona tiene espacio, acceso a la educación, esparcimiento, y a realizar actividades para la reincersión”, opinó Scherer, con una visión que indica que no habría superpoblación y hacinamiento en las unidades penales de Misiones.

La opinión del funcionarios renovador sobre las demoras en los traslados a unidades penales

Consultado por MisionesCuatro, sobre la demora que hay para el traslado de presos que están procesados con preventiva, tal como ocurrió con algunos de los detenidos que se amotinaron en la comisaría 8ª, Scherer apeló al argumento de los cambios suscitados por la pandemia del coronavirus. Según explicó, los detenidos que pasan a los penales de Misones, “ingresan por grupos”. Y tienen que estar “14 días aislados y después son reintegrados. Van entrando por cupos, cada 14 días. Se ralentizó muchísimo (el ingreso a las unidades penales)”, dijo Scherer, excusando al gobierno provincial por la superpoblación en comisarías.

Según Scherer, al viernes “ya habían trasladados” a los presos que se habían amotinado. Y dos presos heridos estaban en el hospital. Pero “había dos policías para custodiar a 16 personas. Los casos de hacinamiento no es responsabilidad de las fuerzas de seguridad”, insistió.

Los psicotrópicos en las comisarías

Además, Scherer cuestionó que en la Comisaría 8ª, “hay 6 presos federales procesados, tendrían que estar en una (cárcel federal)”, con “recursos federales” a la manutención, salud y seguridad de esos procesados. Así, los uniformados de la 8ª “en vez de cuidar a los vecinos del barrio, están cuidando a presos del sistema federal”, se quejó.

Finalmente, Scherer se refirió a la evidente intoxicación de los detenidos que se amotinaron el viernes, y consideró: “Ocurre en distintas unidades penales la introducción de psicotrópicos, que tomados sin prescripción, generan esos estados. Las pastillas son ingresadas de muchas formas”, sostuvo el funcionario. Y recordó que “las personas en comisarías reciben alimentos por parte de sus familiares”.