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Nación no pagó a Médicos Comunitarios en todo 2020, según denuncia

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El responsable de Recursos Humanos del Ministerio de Salud Pública de la provincia, Rodolfo Fernández Sosa, aseguró que no hubo transferencias desde principios de año para los cerca de 600 trabajadores que están precarizados en dos programas nacionales.

Nación no pagó a Médicos Comunitarios en todo 2020, según denuncia

POSADAS. Los profesionales enrolados en los programas Médicos Comunitarios y Salud Familiar, atraviesan una crítica situación debido a la falta de transferencia de dinero para sus haberes y a la precarización a la que están sujetos. Según el Subsecretario de Recursos Humanos del Ministerio de Salud Pública de Misiones, Rodolfo Fernández Sosa, son unos 600 trabajadores los que forman parte de ambos programas nacionales. De estos, 100 no tienen ningún vínculo con el Estado, más allá de los contratos con los programas aludidos.

“Desde principios de año la provincia no ha recibido las transferencias (de Nación) para abonar el estímulo económico para estos trabajadores por estar prestando la Atención Primaria de la Salud (APS)” para los honorarios de los psicólogos, médicos, trabajadores sociales y demás trabajadores contratados en estos programas nacionales. No obstante, Fernández Sosa aclaró que “todos los años tenemos atrasos de 2 o 3 meses”, en las transferencias.

“Este programa hace 12 años que está en la provincia. Es muy importante porque contribuye a la capacitación constante y mejora la calidad de atención. Pero este año tuvimos un atraso administrativo inexplicable desde Nación”, acusó el Subsecretario, en diálogo con MisionesCuatro.

Según la explicación de Nación, con la pandemia de coronavirus, “muchas personas dejaron de trabajar físicamente en el Ministerio (de Salud nacional) y lo hacen online, y eso ha llevado al atraso en la liquidación de los expedientes. Eso es lo que nos dicen desde Buenos Aires”, contó Fernández Sosa.

Repreguntados sobre si hubo renuncias debido a este atraso, Fernández Sosa negó que fuera el caso, aunque reveló que hubo un proceso de eliminación/absorción del recurso humano de Médicos Comunitarios, que pasó de 800 a 300 personas durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Fueron absorbidos por el Estado. Había mucha expectativa con la asunción de este gobierno y se han firmado convenios entre Nación y Provincia. Pero tenemos este inconveniente de atraso económico. El gobernador está gestionando un anticipo por parte de fondos de la provincia, hasta que Nación haga las transferencias correspondientes”, puntualizó.

Salarios por debajo de la línea de la pobreza

En cuanto a si los trabajadores del programa están sin cobrar durante estos meses, Fernández Sosa explicó: “Nadie puede estar seis meses in cobrar. El programa se fue transformando de un trabajo exclusivo (precarizado) en un estímulo a gente que ya está trabajando o que ya tiene algún sueldo por parte del Estado. Sobre eso, se pagaba una bonificación para que el trabajador extienda su carga horaria. Sobre los 600 trabajadores que tenemos (en los dos programas), 100 serían los que no tienen una relación directa del Estado”, admitió Fernández Sosa.

Por otra parte, y aclarando que, según el gobierno, se trata de un “estímulo” y no un salario, Fernández Sosa reveló los números que están percibiendo los empleados en los Programas Médicos Comunitarios y Salud Familiar. Los médicos cobran $25.000, los enfermeros $15.000 y los promotores $10.000. Respecto de trabajadores sociales, psicólogos y nutricionistas, el funcionario, algo nervioso, admitió: “Ellos tienen un atraso y no…, Na… Nación no planteó una actualización de sus salarios y están $12.000”.

Cabe aclarar que, en el caso de Médicos Comunitarios, el programa fue creado el 13 de Septiembre del 2004, a través de la resolución 915/04, durante el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner. En estos 16 años, los trabajadores de este programa siguen con contratos precarios y sin estabilidad laboral. Aunque algunos de los que pasaron por Médicos Comunitarios, fueron absorbidos por sistemas provinciales de salud pública. Pero con una sobrecarga laboral. Y a veces, no exentos de precarización en las provincias y/o municipios.

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