[vc_row][vc_column][vc_column_text]Juana Alfaro, ex Directora Técnica del Laboratorio de análisis clínicos del Instituto de Previsión Social en Oberá, confirmó que iniciará acciones legales a la obra social.[/vc_column_text][vc_single_image image=”102568″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]OBERÁ. (Escribe Walter Anestiades) Juana Alfaro, ex Directora Técnica del Laboratorio de análisis clínicos del Instituto de Previsión Social en Oberá, confirmó que iniciará acciones legales a la obra social. La bioquímica denunció que en los casi seis meses que el laboratorio estuvo abierto no le pagaron los salarios ni a ella ni al resto de los trabajadores del área, los tenían “en negro”, no los dotaban de los elementos para mantener la asepsia del lugar y que Horacio “Piraña” Olivera-director Auditor de Prestaciones Médicas del Interior-jamás atendió sus constantes reclamos.

Alfaro dialogó con Misiones Cuatro y se explayó sobre cómo las autoridades del I.P.S. hicieron que se desvanezca por completo su intento de montar en Oberá un laboratorio acorde a las más altas exigencias.

 “El 26 de agosto del año pasado me hice cargo del laboratorio del IPS en Oberá. Un laboratorio que se abrió por la presión social y mediática. Me reuní con el señor Olivera y le advertí que soy una profesional que trabaja de manera responsable y que eso implicaba dotar al lugar de todo lo que debe tener un laboratorio que atendía a veinte o veinticinco personas por turno y por día. Atendimos a cinco mil personas en seis meses. Se comprometió a conseguir todo lo que hiciera falta. Pero jamás el laboratorio recibió dinero para adquirir lo que precisábamos. Y cuando empecé a enviar notas con el correspondiente reclamo no contestaron ni una sola. El ninguneo fue total y con Olivera no pude hablar nunca más”, señala la bioquímica Alfaro.

[/vc_column_text][vc_single_image image=”102567″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]“Yo venía de Rosario-continúa-y allá el socialismo montó un sistema de salud pública de primera. Soy obereña y después de veinte años de no vivir en mi tierra sentí que era una linda oportunidad de hacer lo mismo en Oberá. Pero choqué contra un sistema en el que es obvio que la gente no interesa. Durante meses no cobré mi sueldo. Tampoco mis compañeros. A mí y a la encargada de la limpieza nos deben seis meses de sueldo. Al doctor Montiel los tres meses que trabajó. A la doctora Kuz los dos meses que trabajó hasta que renunció.  Estábamos en negro y no teníamos aseguradora de riesgos del trabajo, algo que en un laboratorio es de vital importancia”, detalló.

“La empresa recolectora de residuos patológicos dejó de ir a buscarlos. Algo gravísimo para la asepsia del lugar. Cuando me fui hacía más de una semana que diez bolsas con sangre, orina y materia fecal seguían pudriéndose a la vista de todos. Yo misma tuve que comprar el agua destilada porque no nos daban dinero ni para eso. También tuve que comprar la lavandina y hasta la tinta para imprimir los resultados de los hemogramas. Si el I.P.S. dispuso dinero para el laboratorio de Oberá, jamás llegó”, narra indignada Juana Alfaro.

“Cuando empezó este mes de abril, viendo que Olivera se borró por completo y que la habilitación estaba bajo mi nombre y mi título profesional decidí que ya no quería seguir haciéndome responsable por ese mamarracho. Entonces el martes 11 de abril lo di de baja”, remata Alfaro tras contar su desventura.

“Ya hablé con mi abogado-declaró decidida- y voy a iniciar acciones legales reclamando lo que me corresponde. Pero además me indigna la irresponsabilidad con la que se manejan los directivos. Se trata de la salud de la gente. No es algo menor”, añadió.

Consultado sobre el tema Olivera se negó a responder sobre las denuncias de Alfaro y se limitó a decir que el laboratorio fue reabierto con otro profesional.

Al respecto Alfaro duda de que el lugar ahora cumpla con las condiciones técnicas que amerita un laboratorio. “No sé qué están haciendo ahora. Pero un laboratorio no se habilita ni funciona así nomás. Y el I.P.S. debe garantizarle a cada paciente que cada muestra sea tratada en las condiciones pertinentes. No sé cómo van a hacer eso si no brindan los recursos”.

Lo que denuncia Juana Alfaro es marca registrada de los sucesivos gobiernos renovadores. Hacer puestas en escena pretendiendo inaugurar cosas que luego no están operativas. Les sobran dirigentes tartufos y aplaudidores para hacer número y sacarse la foto. Luego el aparato de propaganda cuenta el cuento de ocasión.

El filósofo griego Parménides usó el concepto de “alétheia” en uno de sus poemas. La verdad está oculta tras un velo. Pues entonces hay que correr el velo para que la verdad aparezca. Se “devele”.

Con Rovira, Closs y Passalacqua, al correr el velo siempre se “devela” lo mismo: puras mentiras.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]