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Paula Meier sobre la absolución a José Raúl García: “No fue sólo abuso, también tortura, y él intentó matarme”

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La joven madre de la niña que acusó a su padre de abusar sexualmente de ella, en un resonante juicio que terminó con el fallo del Tribunal Penal 1 de “absolución por el beneficio de la duda”, contó detalles aún no hechos públicos sobre el caso que involucra al hijo de la directora del Iprodha, Silvina Ramos y todo su entorno familiar.

Paula Meier sobre la absolución a José Raúl García: “No fue sólo abuso, también tortura, y él intentó matarme”

POSADAS. Este jueves, Paula Meier, la mamá de la niña que acusó a su progenitor José Raúl García de abusarla y someterla a torturas, habló públicamente de todos los detalles aún desconocidos sobre el caso que concluyó con la “absolución por el beneficio de la duda” dictada por el Tribunal Penal 1 que preside la jueza Viviana Cukla, secundada por sus pares Ángel De Jesús Cardozo y Juan Manuel Monte.

En diálogo con el programa “Al Estilo de Katherine”, Meier reveló numerosos pormenores del calvario que sufrió su hija, y por añadidura, toda la familia materna, desde que denunciaron penalmente al hijo de la Directora del Iprodha, Silvina Ramos, por “abuso sexual simple, gravemente ultrajante, agravado por el vínculo, en concurso real en varias oportunidades”.

Meier contó que comenzó su relación con García en la escuela secundaria y quedó embarazada con 17 años. “En Octubre del 2010, estábamos teniendo una discusión, intentó matarme. Me tapa la boca y la nariz, me tira contra un sillón y me aprieta el cuello. Me desmayé y si no era por mi tía y mi hija, yo no estaría acá”, expresó Meier, añadiendo que su hija de dos años y medio por entonces, llamó a su tía. Y fue esta, quien la “encontró inconsciente. Y con él todavía asfixiándome”, dijo la mujer.

En ese contexto, Meier dijo haber reprimido o negado lo que había ocurrido y cuando consultan a Silvina Ramos, madre del acusado, esta ordena que “que se separen, hagan terapia y que la nena vaya los fines de semana. Para (la niña) él no es su papá, le dice progenitor”, comentó la mujer.

“Yo negué esa situación, negué que intentó matarme. Sabía el poder político que tenían ellos. (Ramos) había sido convencional constituyente, una de las primeras organizadoras de la Expo Mujer… Conocía los amigos políticos que ella tenía. No tenía pruebas, mis testigos eran mi hija y mi tía paraguaya, no iba a pasar nada”, contó Meier sobre los motivos que la llevaron a no denunciar a García.

En esta línea, la mujer insistió en que si en este juicio por abuso sexual, con el cúmulo de pruebas en su contra, informes psicológicos, médicos y testimonios de docentes y psicopedagogos, y con dos declaraciones en Cámara Gesell de su hija –la víctima- que “que coinciden en todo”, no hubo condena para García, menos aún iba a prosperar una acusación por intento de homicidio.

“El padre no sólo la abusaba, sino que también la torturaba”, insistió Meier al contar que su hija relató en la segunda Cámara Gesell, la realizada en el marco del juicio por el abuso y por pedido expreso de ella, que su padre la arrojaba a la pileta y no la sacaba hasta que estuviera a punto de ahogarse.

Luego, Meier prosiguió en su descripción de lo ocurrido después de separarse de García. “Al principio no hubo problemas, pero a los 6 meses, (su hija) empieza a venir con irritación en sus genitales”, dijo la mujer, añadiendo que también notó “cambios en sus conductas”. Pasó a ser “fría con su papá, no quería estar al lado de él. Y preguntaba ‘por qué tenía que ir a la casa de su papá’. Hasta hoy día tiene temor a las escaleras, porque para llegar a la casa (de García) hay que subir escaleras”, detalló.

“Hasta los 2 años (la niña) tenía una evolución normal. Pero a los 4 años, nos piden una reunión la psicóloga y la psicopedagoga del Colegio Santa María porque tenían que subir una escalera y se largó a llorar. Tenía aislamiento. No hacía las actividades, tenía que dibujar el cuerpo humano y lo rayaba. Noté que en casa ataba sus juguetes con cinta negra o hilo. Les ataba las manos y la boca de las muñecas”, señaló Meier describiendo comportamientos propios de un niño que está sufriendo un trauma.

Asimismo, Meier añadió que en la última Cámara Gesell, (su hija) contó que (José Raúl García) la tiraba a la pileta y hasta que no esté a punto de ahogarse, no la sacaba. Por eso digo que no fue sólo abuso, sino tortura”, graficó la mujer.

En cuanto al momento en que se detonó el caso, a fines de mayo del 2013, Meier contó que García la había llevado a la niña a su casa y cuando ella notó que el progenitor había salido de la casa, “se larga a llorar y cuenta con sus palabras, ‘mi papá me toca la colita’. Mis papás no se animaban a contarme porque estaba embarazada de 6 meses. A los pocos días, él va a mi domicilio y ella estaba en el regazo de mi abuela, se para y le dice al papá, ‘no me vas a tocar más la colita’”, reveló Meier, añadiendo que, ante el intento de justificación de García, la niña, de por entonces 5 años, señaló específicamente donde la tocaba el progenitor.

Ante esto, intervino el padre de Meier, quien interpeló a García al señalar que “los chicos no mienten. Y no pueden inventar una situación sexual que nunca vivió o vio. Porque es algo que no existe en la mente del niño”, señaló la mujer sobre los dichos de su padre, el 25 de Mayo del 2013, cuando la víctima confrontó a quien sería su abusador.

Para la mujer, “no es un caso sólo de abuso sexual sin acceso carnal”, en base a lo que habría dicho la niña a su bisabuela, hoy fallecida, quien “no pudo declarar en el juicio”.

Por otra parte, Meier explicó que su hija “pidió declarar de nuevo (en Gesell) para poder dejar esto atrás y hacer su vida, la vida de un adolescente. Cuando pasó esto (la absolución) pensaba ‘con qué cara le digo a mi hija no se hizo justicia habiendo todas las pruebas’. Fue al psicólogo hoy y al volver me dijo ‘sé que digo la verdad. No me importa lo que digan estos jueces’. Para ella, (su progenitor) es el hombre que me arruinó la infancia”, lanzó la mujer.

Meier confirmó que van a apelar el fallo absolutorio y que acudirán a la Corte Suprema y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en caso de no conseguir que se revierta la decisión de los jueces Cukla, Cardozo y Monte. “No voy a dejar que esto acá, voy a seguir luchando para que se haga justicia. Si tengo que llegar a la Corte Interamericana, lo haré”, manifestó.

Por último, la mujer admitió que siente temor por su vida y por la de su familia. “Tengo miedo. A mis amigos les dije muchas veces: ‘si algo me pasa o si me matan, ustedes saben quiénes son los que hicieron eso. Tengo otros dos hijos, uno con autismo, creo que fue porque pasé todo ese sufrimiento cuando estaba embarazada. Tengo miedo de que me maten o que maten a alguno de mis hermanos. Que le hagan algo a algunos de mis hijos. O que la secuestren a mi hija, la víctima. Tengo miedo de esa gente”, resumió Meier sobre la familia de José Raúl García y su madre, Silvina Ramos, la Directora del Digesto del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional.

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