Arenhardt explicó que existen dos formas principales de hurto de agua en Eldorado. La primera involucra conexiones ilegales a la red sin medidor, resultando en un “hurto del 100%”. La segunda forma es el uso de medidores manipulados con un bypass, permitiendo que el agua entre sin ser contabilizada correctamente. “Tenemos un cálculo de que el 37% del agua que producimos no es contabilizada”, detalló Alejandro, indicando que esta pérdida puede deberse tanto a robos como a fugas.
El hurto de agua no solo afecta las finanzas de la cooperativa, sino que también tiene un impacto significativo en el suministro para los residentes. Arenhardt comentó que muchas personas “tienen pileta y cargan el agua que viene del bypass”, exacerbando el problema. La situación se descubrió inicialmente a través de una pérdida de agua, que llevó a la identificación de conexiones clandestinas.
Eldorado enfrenta problemas adicionales con una infraestructura de agua envejecida. “Eldorado tiene problemas con los caños de más de 40 años”, que se rompen con frecuencia, causando cortes en el suministro a partes de la ciudad. Además, el costo para la cooperativa de reparar el servicio y reducir el hurto está en torno a los 120 mil pesos, mientras que una multa por una conexión clandestina se fija en el valor de un año de consumo mínimo, aproximadamente 120 mil pesos si el mínimo es de 10 mil pesos mensuales.
Para abordar estos problemas, Arenhardt subrayó que “si el 37% del agua que se pierde se reduce a la mitad, estaríamos bien”. La cooperativa está en proceso de implementar medidas para controlar el hurto y mejorar la infraestructura. Sin embargo, la magnitud del problema y el costo asociado son considerables, y se requieren esfuerzos continuos para resolver la crisis.