Este lunes por la mañana, un nacimiento inesperado sorprendió al personal del Hospital SAMIC de San Vicente. Una mujer ingresó a la sala de maternidad sin mostrar signos claros de un trabajo de parto avanzado, debido a un embarazo que había sido poco monitoreado por falta de controles prenatales. En un momento de incomodidad, la madre se dirigió al baño, donde, de manera inesperada, dio a luz a su bebé.
El recién nacido, con un peso de apenas 1800 gramos y diagnosticado con Retardo del Crecimiento Intrauterino (RCIU), requirió atención inmediata. Afortunadamente, fue asistido por el equipo médico del hospital, que rápidamente evaluó su condición y determinó que, debido a su bajo peso y su estado crítico, debía ser trasladado a un centro de mayor complejidad, aparentemente el Hospital SAMIC de Oberá, consignó el portal Sanvicenteinforma.
El RCIU es una condición que limita el crecimiento del feto dentro del útero y puede tener diversas causas, como problemas en la placenta, condiciones preexistentes en la madre o la falta de un adecuado seguimiento prenatal. En este caso, la ausencia de controles regulares dificultó la detección temprana de la afección y complicó el manejo del embarazo.
Por su parte, la madre se encuentra en buen estado de salud y estable, recibiendo el apoyo médico necesario. Mientras tanto, los médicos continúan monitoreando al recién nacido, que requiere cuidados especializados para superar esta compleja situación.