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Un misionero rescató a un pitbull maltratado y ahora teme ir preso

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Se trata de un joven de Garupá que no soportó ver el estado deplorable en el que vivía un pitbull y, tras pedírselo voluntariamente a su dueño, decidió llevárselo: “Prefiero ir preso antes de que muera”, aseguró.

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Un misionero rescató a un pitbull maltratado y ahora teme ir preso

GARUPÁ. En los últimos días se hizo viral una historia que conmovió a toda la sociedad por la crueldad con la que una persona trataba a su mascota Kayser. Ante esta situación de desidia Gastón Sosa, un joven de 25 años del barrio La Ripiera decidió actuar y llevarse al perro para protegerlo del maltrato y abandono al que era sometido.

En el video que trascendió se puede observar el mal estado que se encontraba el pitbull de aproximadamente un año. El joven, que trabajaba al lado de la casa del dueño del animal decidió rescatarlo sin importar las consecuencias: “Hola gente les quería mostrar a este perro que está sufriendo mucho. Es un pitbull, pero su dueño lo tiene atado a su suerte, yo se lo pedí para mí pero no me lo quiso dar. Mi tía también lo pidió, pero no lo quiere regalar. Cuando podemos le damos de comer y agua”, contó en sus redes sociales.

Inmediatamente tuvo un aluvión de apoyo por parte de los usuarios, lo que lo motivo a tomar cartas en el asunto y el pasado viernes 26 de junio finalmente ingresó al patio y se llevó a Kayser. Si bien sabía que podría tener consecuencias, no le importo. “Prefiero ir preso antes de que muera”, expresó.

Pocos días después, recibió en su domicilio la visita de un policía acompañado por un veterinario para revisar a Kayser. “La Policía vino a mi casa con el veterinario de la fuerza y me dijeron que yo estoy en falta por lo que hice y le dije que no tenía problema, que, si tengo que ir preso voy, igual voy a estar contento porque el perro va a estar más que bien” , relató el joven.

El pitbull fue llevado al veterinario donde le recetaron medicamentos para tratar algunas patologías e iniciar su recuperación nutricional, además se le realizó estudios para descartar una “posible” leishmaniasis.

Ahora, lejos de su anterior situación vive con su rescatista, que contó que Kayser se adueñó de un sillón que está en una de las habitaciones de la casa de Gastón. Además, el perrito se ganó el corazón de muchos misioneros quienes realizaron donaciones de alimentos y medicamentos.

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