Waldemar Laumann, presidente de la Federación Misionera de Bomberos Voluntarios de Montecarlo, levantó la voz para destacar el deterioro sufrido por el icónico laberinto vegetal en los últimos años, atribuido a la negligencia de las autoridades. La devastación causada por las hormigas mineras ha consumido en su totalidad este atractivo turístico, y Laumann tomó la iniciativa para su recuperación, explicó en Radio Social Club.
En su calidad de promotores del turismo local, Laumann y su equipo consideran imperativo liderar los esfuerzos para restaurar el laberinto. Tras una ardua labor de limpieza del predio y la recuperación del plano original, que fue facilitado por un vecino, la federación dedica un mes entero a combatir la plaga de hormigas mineras que amenazaba con arruinar el proyecto de revitalización.
Con el objetivo de reanudar las labores de siembra en cuanto el clima lo permita, Laumann informó que recibieron la colaboración de numerosos vecinos y empresas, que han donado plantines y fertilizantes para la causa. Se estima que se necesitarán alrededor de 20 mil plantines para replantar el laberinto en su totalidad.
El laberinto, cuyo plano original fue elaborado por un arquitecto, abarca una extensión de aproximadamente 60 metros de largo por 50 metros de ancho, dentro de un parque de ocho hectáreas. Laumann planea marcar hileras de ligustros para restaurar la estructura original del laberinto, y estima que en un año podría volver a estar disponible para visitas.
Laumann lamenta la falta de acción por parte de las anteriores comisiones directivas encargadas del mantenimiento del laberinto, atribuyendo su deterioro a la inexperiencia y la falta de compromiso. Destaca que, pese a ser una iniciativa independiente, siempre han colaborado con el municipio y la provincia en la promoción del turismo local.