Empresarios del sector de combustibles mostraron preocupación por la bajante del río Paraná y adelantaron que podría afectar al suministro de combustible en toda la región del Nea.

En los últimos días, en la provincia de Santa Fe, el nivel del agua alcanzó los 1,39 metros de altura y quedó por debajo del récord del año 2009, cuando se había alcanzado la medición más baja desde el año 2000 (1,53 metros).

MisionesCuatro consultó a Miguel De Paoli, referente de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines del Chaco, quien reveló que, producto del aislamiento social por la pandemia de Coronavirus, hubo un descenso del 90% en la demanda del combustible.

En ese sentido, el empresario aclaró que la falta de demanda les permite mantener un stock, aunque no descartó que pueda verse afectado el suministro.