En el NEA-NOA el empleo en negro supera el 40%

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El empleo en relación de dependencia “en negro” aumentó. Entre el tercer trimestre de 2016 e igual período de 2017, el porcentaje de los asalariados “sin descuento jubilatorio” subió de 33,8% al 34,4% según datos del INDEC.[/vc_column_text][vc_single_image image=”151760″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]En tanto, mientras en promedio el desempleo es 8,5% entre los varones menores de 29 años, sube a 15,5% y entre las mujeres de esa franja de edad es del 19,5%.

Así, proyectado a todo el país, más de 4,7 millones de asalariados están trabajando en la informalidad. Significa que no tienen ni descuento jubilatorio ni de salud por lo que carecen de la cobertura de una obra social y en su gran mayoría cobran menos y tienen menos beneficios laborales que el resto de los empleados registrados.

En la principal región del país -Capital y GBA- el empleo en negro subió del 33,7 al 34%, pero trepa al 37,1% en el conurbano bonaerense. Y alcanza los máximos del 45,7% en Salta, 43,7% en Tucumán y 42,7 en Santiago del Estero, En la otra punta, con el 10,1% se ubican Ushuaia-Rio Grande y Comodoro Rivadavia con el 16,5%. En la Ciudad de Buenos Aires, en un año, aumentó de 20,8 a 23,6%.

Por regiones, con excepción del NEA, donde se registró una leve baja, el empleo en negro aumentó en todas las demás, destacándose con el el 41% el NOA, seguida por Cuyo con el 38,2%.

De estos datos oficiales se desprende que el empleo en negro se resiste a bajar y en gran parte eso obedece al incremento de 10,1% a 10,8% de la tasa de subocupación, gente que trabaja pocas horas en empleos precarios y de baja calidad. En Salta la subocupación es del 13% y en Jujuy del 12,7%.

En tanto, la desocupación afecta con particular fuerza a los más jóvenes, ya que casi un millón de desocupados son menores de 30 años.

En los partidos del conurbano bonaerense, se combina el 10,2% de desempleo, con el 11,7% de subocupación y el 37,1% de informalidad laboral. Así, esta región de más de 12 millones de personas se destaca como una de las regiones socio-laborales más conflictivas.

Así las cosas, más gente salió a buscar trabajo por las mejoras perspectivas de empleo, pero se estima que gran parte del aumento del empleo de 52,8 al 53,4% se canalizó en empleos de pocas horas e inestables y en ocupaciones informales. También entre los ocupados, creció el porcentaje – del 22,7 al 23,6%– de los que buscaron otro empleo, insatisfechos con el que tienen, con el objetivo mejorar el ingreso y/o la calidad laboral.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]