En mayo, el país comenzó su regreso a la normalidad. A principios de mes reabrieron las oficinas de la administración pública para atender a los ciudadanos y las escuelas rurales.
El gobierno de Luis Lacalle Pou eligió una estrategia cuidadosa, enfocada en hacer sintonía fina entre salud y economía. De esta manera, evitó la cuarentena obligatoria y apeló a la responsabilidad de la población.
Esta estrategia hasta ahora ha dado buenos resultados y con respecto a los contagios, hay 734 casos confirmados y 20 fallecidos, cifras que pudieron contenerse. Además, los indicadores económicos están padeciendo caídas menos severas en comparación con los países vecinos.
Los primeros cuatro casos confirmados de coronavirus en Uruguay se confirmaron el martes 13 de marzo. Ese mismo día, el gobierno declaró la emergencia sanitaria y anunció las primeras medidas: suspensión de clases, los eventos masivos, las actividades no esenciales y se ordenó el cierre de fronteras.
Al mismo tiempo, el gobierno lanzó la “Operación Todos en Casa”, para repatriar a los uruguayos que quedaron varados en el exterior en medio de la pandemia.
Por otra parte, el Ejecutivo evitó dictar una cuarentena obligatoria, tal como venía pidiendo la oposición, el Frente Amplio, sino, que apeló a la responsabilidad de los ciudadanos, recomendando limitar las salidas a la calle y de esa manera, permitió que la actividad laboral continuara.
Además, se creó un “Fondo Coronavirus” para el que ministros y legisladores y otros funcionarios públicos rebajaran un 20 % su salario para hacer frente a la enfermedad del coronavirus. Dicho proyecto recaudó hasta el momento 12 millones de dólares.
Al mismo tiempo, los entes privados ayudaron: el agro donó 100 millones de dólares, las marcas de comida alimentos para canastas, distribuidas gracias a miles de voluntarios.
Próximos pasos
El gobierno uruguayo planea gastar USD 400 millones y canalizar más de USD 2.600 millones en préstamos a empresas, para mitigar las consecuencias para la sociedad de la pandemia.
Además, se reanudaron además algunas actividades comerciales y 400 obreros volvieron a trabajar para comprobar cómo reacciona el sector de la construcción.
Y en próximas semanas adelantaron que habrá “más aperturas”.
