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Conocé las 5 técnicas psicológicas para dejar de fumar

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El hábito de fumar trae como consecuencia graves riesgos para la salud y muchas personas intentan dejarlo sin éxito.

Conocé las 5 técnicas psicológicas para dejar de fumar

Ante esta situación, la psicología desarrolló varias técnicas de tipo cognitivo-conductuales para ayudar a los fumadores a dejar el tabaco, pero estas técnicas solo serán efectivas si la persona está totalmente decidida a dejar de fumar y se encuentra motivada para ello.

De acuerdo con el metaanálisis realizado por los investigadores Vera, M. P., y Sanz, J. las técnicas de tipo cognitivo-conductuales resultan ser una estrategia clínica para dejar de fumar de manera más eficaz que la terapia farmacológica.

A continuación los 5 ejemplos de estas técnicas de psicología para dejar el cigarrillo:

1. Control estimular

Consiste en retirar o eliminar todo estímulo asociado al hábito de fumar, es decir, todo aquello que dan ganas de fumar. Puede ser el café, el alcohol, ver ceniceros por casa, entre otros. En ciertos casos, se recomienda incluso a dejar durante un tiempo ciertas amistades, pero si esto es demasiado complicado, al menos decirle a todos los amigos que se desea dejar de fumar y pedirles por favor, que no ofrezcan, o que no fumen en nuestra presencia.

2. Cambiar de marca de cigarrillos

Con esto se trata de llegar a la marca que contenga el mínimo de nicotina y de alquitrán. De esta forma, el organismo irá adaptándose de a poco a la reducción de las sustancias.

3. Reducción progresiva

Reducir la cantidad de cigarrillos diarios en un 20% cada semana hasta llegar al abandono total. Hay que registrar diariamente lo que se fuma para ver si se cumplió el objetivo. Por otro lado, también se hace reducción de la cantidad de cigarrillo fumado. Si por ejemplo, la persona fuma el cigarrillo hasta el filtro, ahora ha de dejar 1/3 de cigarrillo sin fumar, la siguiente semana 1/2 sin fumar y así sucesivamente.

4. Retrasar el momento de fumar y tolerar la ansiedad

Si el que fuma únicamente luego de levantarse debe ponerse el objetivo de demorar media hora como mínimo ese cigarrillo. Al ir retrasando, se aprenderá a convivir con esa esa ansiedad y a futuro se comprobará que se ha fumado menos. Para llevarlo mejor, aconsejan incluir técnicas de relajación.

5. Ejercicios cognitivos

Ser consciente de que el tabaco es una droga que nos controla, nos daña y nos roba. Es muy importante que cada vez que haya muchas ganas de fumar se realice un diálogo interior y recordar lo perjudicial que es el tabaco.

Además, existen técnicas psicológicas eficaces que son de gran ayuda y en caso de necesitar un tratamiento, aconsejan consultar con un psicólogo.

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