La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó el uso de emergencia en Argentina de la vacuna desarrollada por Pfizer junto al laboratorio alemán BioNTech, a fines de diciembre. La empresa estadounidense hizo una preselección con todos los que trabajan en el área de la salud y se contactó con ellos para, entre esta semana y la próxima, proceder a su inmunización, en caso de que hayan recibido el placebo.
Los ensayos clínicos eran doble ciego, es decir, que una parte de los participantes recibieron la vacuna y otra parte, una sustancia inocua, sin que ni los investigadores ni los voluntarios supieran quién está en cada grupo. Para esto, se convocó a los preseleccionados para que se les haga una serie de pruebas y, a las 48 horas, se pueda abrir el sobre en el que se indica qué fue lo que se recibió cada uno.
A quienes recibieron el placebo, les dan la posibilidad de vacunarlos en el momento o en un plazo breve y, una vez por semana, los voluntarios tienen que completar y enviar a los representantes de Pfizer un formulario para explicar su progreso.