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Aborto: 1.532 mujeres afrontan causas en 17 provincias

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Así lo indica un informe del CELS que recopila datos desde 2012 y que fue elevado al Senado, que este martes debatirá la interrupción legal del embarazo.

Aborto: 1.532 mujeres afrontan causas en 17 provincias

En la previa del debate por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) publicó un informe según el cual 1.532 mujeres afrontan causas penales por aborto y 37 por eventos obstétricos criminalizados en 17 provincias argentinas.

Este informe -laborado a partir de datos oficiales de 2012 hasta hoy- fue remitido al Senado, que este martes debatirá el proyecto de legalización del aborto para que sus integrantes “cuenten con información rigurosa” sobre la situación, según indicaron fuentes de la ONG. “Le hicimos llegar el documento a las y los senadores, a quienes invitamos a cuidar la vida y la salud de las mujeres de sus provincias y que este informe sea tenido en cuenta a la hora de tomar su decisión”, declaró a Télam una vocera de CELS.

El estudio arrojó que las mujeres criminalizadas “son pobres, sin trabajo remunerado, la mayoría con hijas e hijos, que viven en condiciones habitacionales precarias”.

En los procesos penales que se llevaron adelante contra ellas “la mayoría no accedió a una defensa particular, sino que fueron representadas por la defensa oficial. Encontramos muchas violaciones de sus garantías al debido proceso”, resaltó el CELS. Las causas se iniciaron “con frecuencia cuando los equipos de salud violan su deber de confidencialidad y denuncian”.

También ocurrió que el pedido de ayuda de familiares, parejas o la misma gestante fue tomado como una denuncia.

“La posibilidad de que un pedido de auxilio sea la ocasión para iniciar la persecución penal es extorsiva: pone a estas personas y a sus familiares en la situación de autoincriminarse a cambio de atención en salud”, señaló el análisis del CELS.

Además, consideró que en los hospitales “la estigmatización se convierte en violencia obstétrica, con enormes y duraderos sufrimientos físicos y emocionales”. Y agregó: “Las intervenciones de las fuerzas de seguridad y del poder judicial están marcadas por el ensañamiento”.

Luego destacó que “algunos medios de comunicación reciben información ‘filtrada’ de esos agentes estatales y despliegan coberturas morbosas. El impacto de todo esto acompaña a la mujer, luego a sus contextos sociales y familiares, aunque nunca sea condenada penalmente”.

Por eso, el CELS consideró que la criminalización del aborto y de otros eventos obstétricos “no debe ser entendida solo a partir de las condenas” porque “en estos casos no es un elemento imprescindible para la imposición de un castigo”.

La investigación detectó también allanamientos “sin orden judicial, por mera voluntad de policías o fiscales, al hacer elástico el concepto de flagrancia. En los casos analizados, las y los funcionarios intervienen cuando las mujeres piden ayuda por su salud y no en el supuesto momento flagrante del aborto”.

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