Opinión

Ácido fólico

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Columna de opinión por Walter Anestiades, para MisionesCuatro.

Ácido fólico

El ácido fólico es una vitamina necesaria para la formación de hemoglobina y, por ende, de los glóbulos rojos. Perteneciente al complejo de vitaminas B, es efectiva en el tratamiento de ciertas anemias como la megaloblástica (cuándo hay carencia de vitamina B 12). Se sabe. La falta de vitaminas hace que uno esté débil.

Como la oposición política en Misiones.

Bastante tenemos con asistir al lamentable fenómeno de que buena parte de la sociedad consume las noticias no para tomar conciencia-y en consecuencia hacer algo con esa nueva conciencia-sino para entretenerse. De lo que deriva que sucedan cosas graves pero que no haya una reacción acorde a esa gravedad, a favor de que la capacidad de asombro fue reemplazada por el acostumbramiento y la indolencia. Para que, encima, no haya una dirigencia que canalice el malhumor de la porción social que aún se asombra y que aún se indigna frente a palabras y hechos que lo ameritan.

Esa suerte de biblia del pensamiento liberal que es Guy Sorman, dijo alguna vez que “muchos opositores no hacen una oposición”. Por cierto, en la provincia existen personas disconformes con este statu quo renovador. Pero lo que no hay son líderes con la personalidad y la capacidad de comunicar como para representar esa disconformidad. Hubo un padre Piña. Y no hubo más.

La astucia de Carlos Rovira-y la “caja” que siempre manejó- ha ido logrando, con el paso de los años, que muchos pasaran de la indignación a la admiración (por decirlo elegantemente).

El peronismo provincial, al que el kirchnerismo nacional sacó de la cancha y mandó a la tribuna, ha venido siendo la golfa de los renovadores. Ahora hay un intento kirchnerista por posicionarse como opción. Pero si lo que nos molesta de Rovira es su despotismo, pues pretender que sean los kirchneristas los que devolverán a Misiones a la vida republicana, suena a cargada. Y el peronismo no kirchnerista tiene que lidiar con la propaganda sucia, que es permanente. Pero además con los propios “compañeros” que, despreocupados de averiguar de qué se trata la doctrina justicialista y si eso tiene algo que ver con lo actuado por los gobiernos que defienden, viven en estado de venta, alquiler o permuta. Acomodo mata doctrina.

El radicalismo empeora. En diciembre pasado claudicó dándole a Rovira el chupetín de ser reelecto al frente del parlamento provincial por unanimidad. En Oberá, en marzo, hubo comicios internos. Resultó ganador Roberto “Nene” Vega. Una persona que ya había estado al frente del comité comunal en tiempos de Rindfleisch. En aquellos días (¡y qué días!) la forma en que dirigió el partido pareció un homenaje al poema en el que Gustavo Adolfo Bécquer describe como se adora a Dios: mudo, absorto y de rodillas. 

El PRO, que viene de fracasar en el gobierno nacional, se mantuvo calladito cuando Macri y Rovira se llevaban fenómeno. Ahora nada cambió. Hace días, el par de concejales del partido en Oberá apoyó con su voto la lamentable iniciativa del alcalde Fernández de multar a los comerciantes que sean descubiertos vendiendo cien gramos de mortadela o un alfajor “Jorgito” después del horario permitido. Suficiente oficialismo hay ya en Oberá, donde Fernández juega solo, para que la única oposición institucional haga seguidismo.

Los liberales misioneros son poquitos y no tienen tiempo de meter la nariz en las miserias que ocurren en sus pagos. Están muy ocupados subiendo a las redes sociales las declaraciones de Javier Milei en “Podemos Hablar” o las de José Luis Espert en algún almuerzo con Mirtha Legrand.

Para la izquierda no hay grandes esperanzas. Misiones es una provincia políticamente daltónica.

Envalentonados por la desaparición de Stella Maris Leverberg, muchos docentes se habían sumado a una sustantiva lucha que la expansión del coronavirus frenó. Veremos cómo siguen cuando todo siga. Del PAyS, bueno, si de eso vas a esperar oposición a Rovira es porque realmente vivís en un termo y sellaron la tapa. Y a los periodistas de verdad, los que informan lo que el gobierno no quiere que se sepa, se les podría tomar lista cada mañana. Acción que demandaría unos cuatro o cinco minutos.

Hay ciudadanos, en todos los espacios y también apartidarios, que denuncia lo que hay que denunciar y que mantiene una coherencia que superó los avatares que debieron vivir. Ya les hemos puesto nombres propios en cuánto medio pudimos. Pero no alcanza. Están demasiado solos. Y los vasallos son más.

Con este panorama político, los ciudadanos misioneros que quieren otra cosa no tienen ni el número suficiente para cambiar nada ni tampoco representantes suficientes que lo intenten. Hay mucha comodidad en la dirigencia. Falta quién pueda guiar a la gente en sus broncas, en sus pedidos y en sus necesidades.

Una oposición débil. Sin ideas que compensen en parte la desigual competencia contra la “caja”. Con una timidez que estudia para recibirse de cobardía y saca buenas notas. Con muchos militantes de redes sociales, donde las críticas no afectan al poder. Sin una estrategia comunicacional justo en el país del “bla, bla, bla”. 

La oposición misionera debería empezar a tomar comprimidos de ácido fólico. De un gramo, de cinco o de diez. Con jugo de naranja para una mejor asimilación.

Mark Twain decía que “los dos días más importantes de tu vida son el día en que naciste y el día en que descubrís para qué”.

Todos los que en Misiones no son parte del gobierno, saben cuándo nacieron.

Deberían averiguar para qué.

Por Walter Anestiades para MisionesCuatro.com 

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