Según Acuña, el DNU es “bastante revolucionario” al introducir reformas y desregulaciones, derogando una cantidad significativa de leyes que estaban en vigencia. Destacó que la emergencia económica, financiera, social y tarifaria decretada habilita la entrada en vigencia de este marco de desregulación, afectando a todos los ciudadanos.

El analista resaltó que, si bien el DNU afecta aspectos microeconómicos, también tiene un impacto a nivel macroeconómico. Afirmó que hay una parte de la población esperanzada y que los mercados internacionales y nacionales recibieron las medidas de manera positiva.

Acuña señaló que el DNU deja fuera temas relacionados con impuestos y la parte tributaria, los cuales se abordarán posteriormente como parte de un paquete de leyes de reforma en el Congreso Nacional, al igual que las cuestiones electorales.

En cuanto a las implicaciones económicas, Acuña destacó la intención de incentivar la inversión para contrarrestar la caída en la actividad económica y el posible aumento de la inflación. Considera que, aunque estas medidas pueden tener un impacto inicial, son necesarias para evitar una crisis más profunda.

Desde el punto de vista político, Acuña describió la jugada del presidente al poner a los legisladores “entre la espada y la pared”, ya que el Congreso solo puede convalidar o no el DNU, sin realizar modificaciones. Si es aprobado, se convertirá en ley; de lo contrario, seguirá en vigencia hasta que las cámaras tomen una decisión.