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El uso indiscriminado de antibióticos “es un riesgo para todos”

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Lo dijo el Director de Prevención de Adicciones Gustavo Marín, quien advirtió que están apareciendo casos de tuberculosis, sífilis y otras enfermedades en los que los antibióticos ya no sirven porque las bacterias han desarrollado resistencia.

El uso indiscriminado de antibióticos “es un riesgo para todos”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Lo dijo el Director de Prevención de Adicciones Gustavo Marín, quien advirtió que están apareciendo casos de tuberculosis, sífilis y otras enfermedades en los que los antibióticos ya no sirven porque las bacterias han desarrollado resistencia. Del 13 al 19 de Noviembre es la Semana de Concientización sobre el Uso Indebido de Medicamentos.[/vc_column_text][vc_column_text]POSADAS. En la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de Antibióticos, el Director de Prevención de Adicciones Claudio Marín, advirtió que el uso indiscriminado de fármacos “es un riesgo para todos”, al favorecer la resistencia de bacterias y hongos a los tratamientos farmacológicos. Marín sostuvo que en los últimos tiempos se están observando casos de resistencia a los antibióticos en enfermedades tales como la tuberculosis, la gonorrea o la sífilis, lo que encendió la alarma en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La automedicación y el uso incontrolado de antibióticos, “nos compete a todos”, aunque se distinguen responsabilidades tanto de las personas que se administran medicamentos sin prescripción médica, como de los profesionales de la salud y las farmacias que los expiden sin las correspondientes recetas.

Marín explicó que antibióticos de amplio espectro como la Amoxicilina y Azitromicina, “se metabolizan en el hígado y algunos en el riñón”, por lo que su uso reiterado o sin control médico, pueden llevar a un “problema hepático o renal, a mediano o largo plazo”. Asimismo, pueden derivar en una hipersensibilidad a la amoxicilina, lo que reduce el espectro de tratamientos para las infecciones bacterianas o zoonóticas.

“El uso sin la indicación precisa hace que los gérmenes, bacterias u hongos se vuelvan resistentes o inmunes, por una cuestión de acostumbramiento (del microorganismo al fármaco)”, detalló Marín, insistiendo en que bacterias, hongos y parásitos pueden ir mutando y desarrollando cepas resistentes a los fármacos a los que están expuestos en forma sostenida.

Con relación a este tema, Marín no dudó en señalar que se trata de un problema sanitario grave para toda la población, como quedó en evidencia en las alertas emitidas por la OMS desde 2015, por la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos. “Esto está pasando con la tuberculosis, las infecciones urinarias, la gonorrea y la sífilis, y los medicamentos que se usaban en la primera línea de tratamiento, ya no sirven. La OMS insiste con esta cuestión desde 2015 en adelante en esto”, precisó el funcionario sobre el problema de las super-bacterias.

“Los profesionales tenemos que ser responsables ante la insistencia del familiar. Las infecciones virales no necesitan antibióticos, sino cuidado. Así como la gripe, que lleva su tiempo y pasa. Si la infección es viral y se usa antibióticos, generamos resistencia. Eso está pasando en todo el mundo. Por eso hay algunos antibióticos no están funcionando en algunas personas por eso pasamos a medicamentos más caros, o de administración parenteral o el paciente termina internado porque se complicó el cuadro”, advirtió el director sobre el problema sanitario de la automedicación y la resistencia famarcológica de algunas nuevas cepas de bacterias.

Si no hay indicios de una infección bacteriana o micótica, “no demos antibióticos y, sobre todo, no pidamos antibióticos”, subrayó Marín en el marco de la semana de concientización sobre el uso indebido de medicamentos.

Asimismo, Marín explicó que analgésicos y medicamentos como el ibuprofeno o el paracetamol, también deben ser empleados bajo control, porque si bien no van a generar resistencia farmacológica en bacterias y parásitos “también se metabolizan en el hígado y en el riñón” y su uso indiscriminado, puede llevar a un deterioro hepático o renal, en el mediano y largo plazo.

A este respecto, Marín reveló que se han visto casos de “insuficiencia hepática aguda fulminante”, con lo que todos los medicamentos que no son de venta libre, deben ser manipulados con cuidado y con prescripción médica.

En este punto de la entrevista, el director apuntó a la falta de responsabilidad de las farmacias que expiden medicamentos sin las recetas correspondientes y recordó que en una encuesta nacional, cerca del 64% de los consultados admitieron que han podido comprar antibióticos y otros medicamentos regulados, sin que les soliciten las recetas médicas correspondientes. “Hay productos de venta libre y otros que necesitan receta sí o sí y no lo estamos fomentando”, insistió Marín, añadiendo que las personas no deberían “automedicarse con paracetamol”.

En cuanto a los incumplimientos que se observan en farmacias y comercios, el funcionario explicó que “tenemos muchas farmacias en Misiones y el equipo de auditores es pequeño”. Además, añadió que “es muy difícil controlar al pequeño kiosquito de barrio”, cuando expende en forma libre, medicamentos que se venden bajo receta.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1510769006220-cbe918bd-61b8-6″ include=”143945,143947″][vc_column_text]LA OMS advirtió ya en 2015 sobre el problema del uso indiscriminado de antibióticos y lanzó la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de

Antibióticos.

Los antimicrobianos son medicamentos esenciales para la salud humana y animal, y su aplicación ha permitido salvar millones de vidas. Sin embargo, su uso masivo e inapropiado, ha generado la aparición y el veloz desarrollo del fenómeno de la resistencia antimicrobiana (RAM).

La RAM es uno de los mecanismos que tienen los microorganismos para defenderse en un medio desfavorable, como lo es la presencia de los antibióticos. En otras palabras, es la capacidad de un microorganismo de resistir al efecto de estos medicamentos.

Aunque el desarrollo de la resistencia ocurre naturalmente con el tiempo, el exceso de uso o el uso inadecuado de los antimicrobianos han acelerado notablemente este proceso. El uso indiscriminado de antibióticos en el ámbito hospitalario o su administración en infecciones ambulatorias que no los requieren, sumado a la automedicación, al incumplimiento de la posología y la inadecuada composición de las presentaciones que se fabrican, entre otros factores, son las principales causas del crecimiento exponencial del fenómeno.

Las evidencias científicas demuestran hoy que la RAM constituye un factor de mal pronóstico y mayor mortalidad por fracaso terapéutico, y produce un marcado aumento de los costos de atención. Además, muchos de los procedimientos médicos modernos, tales como los tratamientos oncológicos, las cirugías complejas y la diálisis renal, dependen de la efectividad de los antibióticos.

Por todas estas razones, los organismos internacionales en materia sanitaria, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han instado recientemente a los países a elaborar planes y a adoptar medidas para enfrentarlo. En este contexto, los ministerios de Salud y de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, por medio de la Resolución Conjunta N° 834/2015 y 391/2015, han adherido a la campaña “Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de Antibióticos”.

En el marco de esta campaña, ANMAT recordó a la población:

Los antibióticos son medicamentos aptos para tratar enfermedades causadas por bacterias. Es decir, que no deben utilizarse para intentar curar gripes y resfríos, ya que estas infecciones son producidas por virus.

El consumo inadecuado de antibióticos puede favorecer la aparición de bacterias resistentes a este tipo de medicamentos.

Además, puede generar efectos perjudiciales sobre la salud como vómitos, diarrea, dolor abdominal y reacciones sobre la piel.

Las principales medidas para prevenir enfermedades infecciosas son el lavado frecuente de manos y la aplicación de vacunas.

Los antibióticos deben ser recetados por un médico o un odontólogo.

Por lo tanto, antes de dispensar el medicamento, el farmacéutico siempre debe solicitar la receta al paciente.

Nunca hay que automedicarse. Cuando un profesional de la salud receta un antibiótico, siempre hay que respetar la dosis, la duración y el horario.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]JMM.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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