[vc_row][vc_column][vc_column_text]El precandidato a diputado nacional por Izquierda al Frente, Alejandro Bodart defendió su proyecto de prohibir que sacerdotes estén a solas con niños, señalando que “no hay comunidad en la que no haya casos de abuso (eclesial)” y la institución tiene a encubrir los casos para evitar los escándalos. Además, Bodart abogó por la separación de la Iglesia y el Estado, con un recorte de los subsidios a las instituciones eclesiales.[/vc_column_text][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL y POSADAS. “Prefiero que haya un cura inocente que no esté en contacto con niños a que haya abusos que son conocidos muchos años después. La institución protege a los curas (pedófilos)”, sentenció Alejandro Bodart, el precandidato a diputado nacional de Izquierda al Frente, que impulsa un proyecto para prohibir que curas puedan estar a solas con niños, una iniciativa que apunta a prevenir casos de abuso sexual en el seno de la Iglesia Católica. Bodart insistió en que no hay comunidad en la que no se hayan dado casos de abuso a niños/as en los que estén involucrados sacerdotes, por lo que propuso esta medida que pondría en jaque una de las prácticas centrales del catolicismo, la confesión.
“Donde hay mucha gente buena pero hay manzanas podridas y encima son protegidos por el resto de la gente supuestamente honesta que para evitar el escándalo, tapan los hechos”
“Todos los días salen casos (de abuso eclesial). Hace unos días atrás el segundo del Papa [el cardenal australiano George Pell] quedó implicado en un caso de abuso y de proteger abusadores. En estos días hubo otro caso más en Caseros (Buenos Aires), donde dos mujeres denunciaron haber sido abusadas por un cura [Carlos José, de la parroquia San José Obrero] que sigue teniendo chicos a su cargo. Cuando un hecho se repite sistemáticamente, uno tiene que sacar una conclusión”, remarcó Bodart, en diálogo con MisionesCuatro.
Para el dirigente de Izquierda al Frente, es el celibato que impone la Iglesia a los curas, lo que termina generando situaciones aberrantes que luego son encubiertas por la propia institución y deriva en que los casos se conozcan muchos años después de ocurridos –con lo que se reducen las posibilidades de probar los delitos. “Las prácticas de esta institución (el celibato) llevan a que una gran parte de la misma esté involucrada en estos hechos (abusos). No podemos seguir mirando a otro lado; tenemos que cuidar a nuestros chicos y tomar una resolución”, sentenció Bodart, para quien el poder de la Iglesia Católica impide que se debata este tema. “Si el 10% de los casos ocurrieran (en el seno de otra comunidad religiosa) hace rato habríamos hecho algo”, lanzó.
“El Estado argentino le paga el salario a estos curas abusadores con el dinero de los impuestos de todos. Hasta que la iglesia no cambie estas prácticas, porque el celibato es antinatural, no podemos poner en riesgo a nuestros chicos”, desafió Bodart, poniendo de relieve el nexo entre Iglesia y Estado, que es otro de los problemas que el precandidato se propone debatir. “El celibato es una práctica antinatural que provoca desviaciones que terminan en los casos que estamos discutiendo”, insistió.
“El problema con la Iglesia es que se propone como guía moral. Es la misma que se opone a que se aplique la ley de Educación Sexual Integral. Ayer un cura de Mendoza amenazó con levantarse en armas si se sigue enseñando Educación Sexual”, recordó Bodart, en su planteo que quitarle poder a la Iglesia Católica a partir de una separación más clara con el Estado. “Es la misma institución que tiene a cargo la educación de nuestros hijos. Habría que discutir la separación de la Iglesia del Estado. Se lleva 32 mil millones de pesos al año y termina retroalimentando las cosas”, sentenció el precandidato a diputado nacional.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1499805186285-b7c2aed6-abb7-7″ include=”105252,105253,116315″][vc_column_text]El precandidato a diputado de Izquierda al Frente también defendió su iniciativa para que el Estado argentino deje de subvencionar a las instituciones educativas manejadas por la Iglesia, lo que sería un acto de ecuanimidad si se tiene en cuenta que la constitución argentina define al Estado como laico. “No somos un Estado que promueva un pensamiento único, pero el Estado sólo solventa (un culto). El que quiera a un cura, que lo pague. Eso sería lo normal, porque toda la sociedad tiene que pagar por los seminarios”, se preguntó Bodart sobre este tema.
Por otra parte, Bodart relacionó sus dos proyectos –el de prohibir que los curas estén solos con niños y el del recorte de los subsidios estatales a instituciones educativas y de contención social manejados por la Iglesia- y mencionó los casos como los del Padre Julio César Grassi, cura pedófilo condenado por múltiples abusos que perpetró estando al frente de una institución que atendía a chicos en situación de vulnerabilidad social. “Hay que separar el culto de los educativo y del cuidado de chicos. Como es una institución muy ligada al Estado, dispone de fondos que como la fundación del padre Grassi, tener a cargo chicos en indefensión social. Habría que prohibir que estén a solas y a partir de ahí, cuando se vea un cambio, podemos volver a discutir. Pero tenemos que proteger a chicos a la deriva que terminan en una institución que por sus prácticas termina fomentando que haya gente que provoca actos aberrantes”, puntualizó Bodart.
“Y no es uno solo caso, pero la institución protege a los curas (pedófilos) que están implicados en todo esto. Por eso los casos se conocen muchos años después”, disparó Bodart, apuntando sus dardos al flanco más débil de la Iglesia, los numerosos casos de encubrimiento que se han dado en torno a curas pedófilos en todo el mundo.
Para Bodart, el imposición del celibato incide en que aparezcan “desviaciones sexuales”, y de ahí la necesidad de prohibir que los curas puedan estar a solas con niños. “Es la institución que tiene instaurado el celibato, esta práctica antinatural provoca estas situaciones aberrantes. El 92% ocurre en la institución católica y no en otras”, sostuvo el dirigente del FIT, que aclaró que “no hay estadísticas” por el poder de la institución en Argentina. “Pero las cifras son altísimas. No hay comunidad en la que no haya un caso de abuso”, insistió.[/vc_column_text][vc_single_image image=”116325″ img_size=”full” title=”curas abusadores en Argentina, entre ellos un misionero”][vc_column_text]Bodar resaltó que es el encubrimiento de la Iglesia a sus curas acusados de pedofilia lo que motiva su proyecto y remarcó que no considera que todos los curas son potenciales abusadores, sino que pretende poner por encima la seguridad y la integridad sexual y psíquica de los niños por sobre las prerrogativas de la institución. “El problema es que cuando se lo oculta al caso para que no llegue a la Justicia”, dijo Bodart, insistiendo en que los curas son apartados por la Iglesia cuando las denuncias llegan a la opinión pública y se convierten en escándalos mediáticos. “El problema con la Iglesia es que son los mismos curas abusadores los que tienen la guarda educativa de las víctimas y es una comunidad muy cerrada que protege (a los curas)”, dijo Bodart, que enfatizó que es preferible que haya un cura inocente que no esté en contacto con niños, a que haya abusos que son conocidos muchos años después.
“Creo que ante los reiterados casos, me impongo el bienestar del niño por sobre la persona adulta. Quiero prohibir que pasen abusos (en el seno de la Iglesia) y proteger a los niños que están desprotegidos en una comunidad donde hay mucha gente buena pero hay manzanas podridas que aprovechan la situación (el secretismo) y encima son protegidos por el resto de la gente supuestamente honesta que para evitar el escándalo, tapan los hechos”, sentenció el precandidato a diputado, poniendo en el centro del debate, el encubrimiento en el que ha incurrido la Iglesia en infinidad de acusaciones de abuso sexual contra sus sacredotes.
“¿Para qué el cura –un adulto varón- quiere estar a solas con un niño? Pretendo que no puedan estar a solas con niños, que no tengan chicos en una institución de noche, que en un colegio haya personal especializado permanentemente y los curas no puedan estar a solas”, disparó Bodart, quien aclaró que los proyectos que se debaten en la presente coyuntura, fueron presentados hace bastante tiempo. “La cantidad de hechos que se suceden a diario, le dan la actualidad. Lamentablemente, vivimos en un mundo donde estos hechos se repiten en todas partes. Lo que le da notoriedad es la cantidad de abusos que existen por parte de curas pedófilos”, remató Bodart.
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