POSADAS. Al menos 41 civiles y un policía murieron en Colombia en el marco de las protestas contra el gobierno que explotaron el 28 de abril y derivaron en una crisis severa por cuenta de la represión condenada internacionalmente, incluso por el presidente Alberto Fernández.
Todo comenzó con la presentación de un proyecto de reforma tributaria del presidente de Colombia, Iván Duque, en el que castiga a la clase media en plena tercera ola de la pandemia de coronavirus.
“Es una situación muy compleja, donde el descontento social viene formándose hace muchos años”, dijo Paola Torres, una colombiana que reside en la provincia de Misiones. Y añadió que “existe mucho incumplimiento del Gobierno en cuanto a políticas de salud, políticas públicas de educación y además de cuidado de las personas que firmaron el acuerdo de paz”.
El malestar social creció a tal punto que a pesar del colapso sanitario que vive el país, la gente decidió salir a protestar contra la medida impulsada por el presidente. Tras varios días de manifestantes, Duque anunció días atrás el retiro del proyecto de reforma tributaria.
Sin embargo, la cancelación de la reforma no convenció a los miles de ciudadanos que volvieron a salir las calles de las principales ciudades del país.
Torres atribuyó la situación actual que vive el país a la sumatoria de muchas circunstancias, y según contó, esto viene desde el 2019, pero con la llegada de la pandemia los ánimos se calmaron, aunque el descontento se manifestó nuevamente.
“El motor fue la reforma tributaria, donde le iban a cobrar más a las personas de clase media y baja y fue ahí cuando el pueblo dijo: ‘no podemos seguir permitiendo esto’, y empezaron a salir a las calles”, explicó la colombiana.
Por otro lado, sobre la situación laboral que vive Colombia manifestó que hay “mucho trabajo informal”, y no hubo medidas de contención por parte del Gobierno para estos trabajadores durante la pandemia, eso también generó malestar en la sociedad.
Cabe señalar que la cifra divulgada por la Defensoría del Pueblo es menor a la que calculan las ONGs Temblores e Indepaz, que dan cuenta de 47 víctimas mortales, 40 de ellas por violencia policial.
