[vc_row][vc_column][vc_column_text]El reconocido diario estadounidense ha publicado una guía para criar a un hijo feminista. Una guía realmente necesaria para los futuros padres de un niño varón. ¿Qué pautas hemos de seguir para intentarlo?[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1509110819596-6e54e5b1-7f33-8″ include=”140275,140276,140277″][vc_column_text]New York Times pidió a un grupo de neurocientíficos, economistas, psicólogos y otros especialistas que respondieran a esta pregunta, basados en las investigaciones y datos más recientes sobre género. Así, se creó esta guía que quiere fomentar una educación feminista de manera simple, que apuesta por la igualdad total entre hombres y mujeres. Sus consejos tienen pautas claras y están dirigidos a cualquiera que quiera criar niños amables, seguros y libres para perseguir sus sueños.

1. Ante todo, celebremos que es niño.

Debemos enseñarle a los niños a mostrar fuerza: la fortaleza de reconocer sus emociones. Enseñarles a que sepan cuidar de su familia. También Enseñarles a ser rudos, lo suficiente para oponerse a la intolerancia. Tenemos que hacerles sentir seguros: para que persigan cualquier cosa que les apasione.

2. Deberíamos leerles muchas historias sobre niñas y mujeres

Estamos habituados a escuchar que los niños son muy buenos en ciencias y matemáticas, y las niñas en lenguaje y lectura: los estereotipos pueden convertirse en realidad. Las mamás hablan más con sus hijas que con sus hijos, de acuerdo con un análisis hecho por Leaper a partir de varios estudios. Pero debemos combatir este estereotipo hablándoles a los niños, leyéndoles y animándolos a leer. Historias que rompan con los estereotipos de género y empoderen a las mujeres.

“Eso debería comenzar a los tres años, cuando realmente pescan los estereotipos y se dan cuenta de ellos”, dijo Brown. “Si no los ayudas a etiquetarlos como estereotipos, asumen que así son las cosas”.

3. Debemos dejarles llorar

“A nuestras hijas se les permite ser humanas, pero a nuestros hijos se les enseña a comportarse como robots”. “Enséñale que tiene una variedad completa de emociones, que puede detenerse y decir: ‘No estoy enojado; tengo miedo’, o ‘Me siento mal emocionalmente’ o ‘Necesito ayuda’”, comenta Tony Porter, cofundador de A Call to Men, un grupo de activismo y educación.

4. Que tengan referencias y buenos modelos a seguir

Los niños son particularmente receptivos cuando pasan tiempo con modelos a seguir, incluso más que las niñas, de acuerdo con lo que muestran las investigaciones.

Cada vez hay más pruebas de que los niños criados en hogares sin figura paterna tienen un peor desempeño en términos de conducta, estudios e ingresos. De acuerdo con los economistas David Autor y Melanie Wasserman, una razón para ello es que no han visto a hombres que asuman las responsabilidades de la vida. “Haz que haya hombres buenos donde esté tu hijo”, dice Porter.

Pero también bríndales modelos femeninos a seguir. Habla sobre los logros de mujeres que conoces y de mujeres destacadas en los deportes, la política o los medios de comunicación. Los hijos de madres solteras por lo general respetan mucho sus logros, dice Tim King, fundador de las Urban Prep Academies para chicos afroestadounidenses de bajos recursos. Los invita a ver a otras mujeres de la misma manera.

5. No debemos usar el término niña como insulto

No digamos, ni dejemos que nuestro hijo diga, que alguien lanza la pelota o corre como niña, o peleas como una niña en tono despectivo. No debemos usar “mariquita” o alguno de sus sinónimos más ofensivos. Lo mismo vale para las bromas sexistas.

6. Debemos enseñarles que no es no

Otras formas de enseñar respeto y mutuo acuerdo: pide a los niños que pregunten antes de tocar el cuerpo de otro desde que estén en el jardín de niños. También deberíamos enseñarle el poder de la palabra no.

Debemos proporcionar un modelo de resolución de problemas en casa. La exposición de los niños al divorcio o el abuso se ha asociado con una deficiente resolución de conflictos en relaciones futuras, señaló W. Bradford Wilcox, sociólogo y director del National Marriage Project, de la Universidad de Virginia.

7. Tenemos que animarles a que tengan amigas

Una investigación de la Universidad Estatal de Arizona encontró que hacia el final del preescolar los niños comienzan a separarse según su género, y esto refuerza los estereotipos. Sin embargo, los niños a quienes se alienta a jugar con amigos del sexo opuesto aprenden a comunicarse y solucionar problemas de mejor manera.

 

“Cuanto más obvio es que el género se usa para categorizar a grupos o actividades, más probable es que se refuercen los sesgos y estereotipos de género”, afirma Richard Fabes, director de la Facultad Sanford de esa universidad de Arizona, donde se investiga sobre el género y la educación.

8. Que sea lo que quiera ser. Que sea él mismo

Aun cuando los roles de género en los adultos se han mezclado, los productos para niños se han dividido más que hace 50 años, según estudios: las princesas color rosa y camiones azules ya no solo están en el pasillo de los juguetes sino también en las tasas y los cepillos de dientes. No sorprende que los intereses de los niños acaben por alinearse a eso.

Para que los niños desarrollen todo su potencial, deben seguir sus intereses, ya sean tradicionales o no. Tenemos que dejarlos ser. La idea es no asumir que todos los niños quieren las mismas cosas y, en cambio, asegurarse de que no estén limitados.

9. Tenemos de otorgarles tareas y que se hagan cargo de ellos mismos

“Enseñemos a nuestros hijos a cocinar, limpiar y cuidarse: a ser igual de competentes en la casa que como esperamos que lo sean nuestras hijas en una oficina”, dice Anne-Marie Slaughter, presidenta de New America, una organización de investigación y estrategia.

Algunas madres crían a sus hijas pero adoran a sus hijos”, dice Jawanza Kunjufu, escritor y conferencista sobre cómo educar a los niños negros. Hacen que sus hijas estudien, hagan tareas del hogar y vayan a la iglesia, dice, pero no es igual con sus hijos.

10. Y tenemos que enseñarles a que cuiden de otros

Tenemos que hablarles de cómo los hombres pueden equilibrar el trabajo y la familia, y cómo se espera que no solo las hijas, sino también los hijos, cuiden a sus padres y otros familiares cuando sean ancianos, dice Slaughter. Que sean responsables de cuidar a las mascotas y hermanos menores. Tenemos que animarlos a cuidar niños, a ser entrenador o tutor. Hay un programa que lleva bebés a salones de primaria y se ha descubierto que eso aumenta la empatía y disminuye las agresiones.

11. Normalizar el compartir el trabajo y las tareas

Cuando sea posible, oponte a los roles de género en los quehaceres domésticos y el cuidado de los niños entre papá y mamá. Los actos dicen más que mil palabras, afirma Dan Clawson, sociólogo de la Universidad de Massachusetts en Amherst: “Si la mamá cocina y limpia la casa, y el papá corta el césped y sale de la casa a menudo, eso se aprende”.

(Fuentes: Cultura Inquieta – New York Times)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]