Posadas

Fuerte acusación contra el pastor evangélico acusado de violar a una niña de 11 años: “Nadie le va a devolver la inocencia que tenía, pedimos justicia”

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Griselda Benítez, la madre de la víctima que acusó al pastor Miguel Ángel Vallejos de abuso sexual, habló en exclusiva con MisionesCuatro y aseguró que su hija sufre ataques de pánico tras el ataque, del que aún no conocen los resultados de los exámenes médicos. La acompañaron dos vecinas más de Miguel Lanús, con las que organizaron venta de comidas para reunir dinero y pagar una abogada.

Fuerte acusación contra el pastor evangélico acusado de violar a una niña de 11 años: “Nadie le va a devolver la inocencia que tenía, pedimos justicia”

POSADAS. La gravísima denuncia por abuso sexual y corrupción de menores contra el pastor evangélico Miguel Ángel Vallejos, sumó otro impactante capítulo este martes, con las declaraciones de Griselda Benítez, la madre de la víctima, en el Noticiero de MisionesCuatro. Esta mamá, visitó los estudios de MisionesCuatro acompañada por otras dos vecinas del Bº Miguel Lanús, que la ayudaron a recolectar el dinero necesario para pagar una abogada querellante, a partir de la cual tendrán acceso a la causa penal en la que ya se realizó la Cámara Gesell, este lunes, donde la víctima contó todo lo que sufrió el sábado 5 de Noviembre, cuando el pastor, según la denuncia, la forzó a subir a su automóvil para abusarla y abandonarla en la calle.

Benítez junto a Rocío Machado y Graciela Garay, revelaron que el sujeto de 77 años, acosaba a niñas por la calle utilizando su automóvil. Y que el vehículo no fue secuestrado por la Justicia y “desapareció”, pese a ser el lugar donde habría ocurrido el ultraje sexual. Y por ende, un espacio donde recolectar pruebas del crimen atroz, que “le arruinó la vida” a la pequeña que padece de un retraso madurativo.

“Miguel Ángel Vallejos, tiene 77 años, la interceptó a mi hija cuando fue a buscar pan, cerca de las 10 de la mañana”, contó Benítez sobre lo ocurrido el pasado sábado 5 de Noviembre. “La subió a su auto”, aseguró la mamá, añadiendo que lo saben “por una vecina que nos contó lo que había pasado”

“La nena estaba dentro del auto con la ropa desprendida”, lanzó la mujer, en la entrevista exclusiva con MisionesCuatro. Ese día, “salimos para la casa del señor este, que vive a dos cuadras de mi casa. Es vecino cercano. Salimos y me llega una foto de la directora de la escuela de mi hija, donde se la ve a mi hija con el hombre este. La foto la tomó por tomar, porque el hombre es muy conocido, estaba besando a mi hija”, reveló Benítez, sobre una prueba clave contra el pastor violador.

De acuerdo con Benítez, con el papá de la víctima llegaron al negocio de la avenida Presidente Perón, donde su hija estaba comprando pan, cuando al salir, fue abordada por el acusado. “Hablamos con el dueño y dijo que entró salió como que la estaba esperando. En ningún momento pensaron lo que iba a hacer con ella. No sabemos si la llevó a algún lado”, sostuvo la mujer.

Según Benítez, su hija “se fue a las 10 y llega a las 10.30. Y a las 10.46 me mandan la foto. En ese transcurso llegó la vecina”, agregó la mujer sobre la mujer que les contó del abuso. Inclusive, el presunto abusador “pasa por mi casa y nos ve a mí y al papá de mi hija”.

En cuanto a lo que hizo la pequeña después de sufrir el abuso, Benítez contó a MisionesCuatro: “No notamos nada, llega normal, me deja las cosas y se va a jugar con el hermanito”. Pero al ser alertados por la vecina, le preguntaron a la niña que “en un ataque de llanto, le cuenta (al papá) lo que el hombre le hizo. La subimos al auto y nos llega la foto. Fuimos a la casa (del pastor) para que no se escape y llegó la policía”, detalló Benítez.

Los uniformados llegaron a la casa del acusado alrededor de las 11 y “nos vamos a hacer la denuncia. Cerca de las 17 le hicieron los estudios ginecológicos correspondientes (a la víctima)”, reveló Benítez. E insistió en que no tocaron a su hija y la llevaron para los estudios, tal como estaba. En cambio, el acusado “se cambió y se bañó”.

Respecto de la pericia ginecológica para determinar si hubo acceso carnal, Benítez detalló que “todavía no tenemos el resultado porque no teníamos abogada. Con las vecinas del barrio nos juntamos a hacer venta de cosas para pagar una abogada. Ella se va a presentar como querellante y va a saber los resultados”, reveló la mamá de la víctima.

En cuanto al pastor, “sigue detenido. Estaba en la comisaría 5ª y lo trasladaron a la 14ª de Fátima porque él pidió el traslado”, sostuvo.

En este punto de la entrevista intervino Rocío Machado, quien aseguró que “hay varias mamás del barrio que tienen quejas contra él. Siempre se ofrecía a traer a las nenas. Conmigo tuvo una discusión porque cada vez que las veía a mis nenas, la más grande de 11 años, él arrancaba el auto, les hacía guiños. Siempre tenían miedo de pasar por la cuadra. Varias mamás fueron contando y van a denunciar que ya tuvieron problemas con este señor”, sostuvo Machado.

Ante la consulta de este medio, Rocío contó que el pastor acusado “vive con su señora”, pero en sus familiares residen en casas contiguas, en la misma esquina. “Es el primer caso conocido. Con el tema de mi hija salieron muchas mamás que sufrieron (al Pastor), que las llevaba en el auto, las retiraba de la escuela”, denunció Benítez.

Y Garay sumó: “En varias escuelas hacía lo mismo, se hacía del abuelo bueno que ofrecía llevarlos en el auto”.

En tanto, Machado contó que “acudimos a una fundación donde iban varios chicos y una mamá nos contó que este hombre seguía a sus nenas. Quedó todo en la nada. Después la volvió a seguir, las intimidó en la calle, le tocó la cintura a una y las nenas se fueron asustadas a la casa. Le contaron a la mamá que fue a hacer la denuncia. Pero le pedían testigos, patente del auto. Fue un caso que quedó en la nada pero fue un acoso. El señor es un enfermo total, siempre con menores, intimidando a menores. Y viene desde hace rato”, fustigó la joven.

“Mi nena quedó mal, le agarra ataques de llanto, se siente asustada. Tiene mucho miedo y ataques de pánico. No va a la escuela por ese motivo. Hoy la tuvieron en la Cámara Gesell. Desde lo que pasó no está asistiendo a la escuela”, contó Benítez, quien formuló una gravísima revelación sobre el accionar de la Justicia.

“El auto lo tenían que incautar, y ese mismo día, a la madrugada desapareció. Y es el auto en el que subió a mi hija. Según un vecino, el auto lo pasaron para Paraguay, esa misma noche desapareció. Si el hecho ocurrió en el coche, lo tenían que incautar”, manifestó Benítez sobre una grosera irregularidad en la causa penal.

En tanto, Graciela, sumó su propia historia como víctima de abuso sexual intrafamiliar, pidiendo que la Justicia contenga y apoye a esta familia y a la víctima, para que la niña no sufra de un trauma de por vida. “Fui víctima cuando tenía 7 años, de entorno familiar. No quiero que se naturalice, que pasen 10 o 20 años. Y no quiero que sea un caso más y haya más víctimas. Quiero que salga a la luz y se proteja a los niños y niñas”, sostuvo.

“Y que tengan apoyo psicológico, después de esto viene que no podés dormir, sufrís depresión, pánico y que te lleva a querer hacerte daño”, reveló la mujer. “La persona que me perjudicó a mí, no sé si va a ir preso. Pero ella que hizo la denuncia, que se la apoye a esa niña. Le arruinó la vida. Es algo que no se olvida de un día para el otro”, reflexionó.

Por otra parte, la contención psicológica a la víctima, fue abordada en la entrevista y Griselda reveló que su hija comenzará en breve con terapia. “Ahora que pasó la Cámara Gesell ya la podemos tratar. Es muy triste verla con ataques de pánico, cuando era una nena tan feliz. Le arruinó la vida, tiene ataques de angustia y no sabemos cómo contenerla”, detalló la progenitora.

“Estamos viendo si puede retomar la escuela. Cuidamos su integridad para que pueda llegar en Cámara Gesell y pueda declarar. Hablamos con la maestra para que los chicos no le hagan bullying, no la lastimen más de lo que ya está lastimada”, explicó Benítez.

Asimismo, las entrevistadas advirtieron que “se habla de que (el pastor) está pidiendo (prisión) domiciliaria. Pero no lo queremos más en el barrio. Se está queriendo hacer pasar por loco”, pese a que “es una persona sana, que hace sus compras y está consciente”, plantearon.

Otro dato que añadieron las denunciantes, es que el acusado “trabajaba en el Concejo Deliberante. Estaba activo, pero después de la denuncia ya no”, detallaron.

“No puede ser que un niño salga a comprar un chupetín y un tipo venga, la alce, la lleve en el auto, te haga lo que quiere, te tire y se vaya a su casa como si no hubiera hecho nada”, lanzó la madre de la víctima, quien aclaró que el pastor “pudo pagar un abogado”.

Finalmente, la mamá de la víctima apuntó al acusado, por el daño irreparable que le produjo a su hija, este delito contra la integridad sexual. Nadie le va a devolver la inocencia que tenía, pedimos justicia”, remató.

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