Halep, venció a sus fantasmas y es campeona en Roland Garros

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La nro. 1 del mundo, se impuso por 3-6, 6-4 y 6-1 a Sloane Stephens y levantó el primer trofeo grande de su carrera. Después de tres finales de Majors perdidas –dos en Roland Garros-, Simona Halep pudo cumplir su sueño.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1528632445699-b9431c2f-27d3-3″ include=”179660,179659″][vc_column_text]PARÍS, FRANCIA. La tenista rumana Simona Halep, actual número uno del mundo, rompió el maleficio y se consagró campeona de Roland Garros, su primer título de Grand Slam en cuatro finales disputadas. La líder del ránking WTA consiguió por primera vez levantar uno de los cuatro trofeos más importantes del circuito.

Halep se impuso a la estadounidense Sloane Stephens, vigente campeona del US Open, por 3-6, 6-4 y 6-1 en dos horas y tres minutos. De esta forma, la jugadora rumana, de 26 años, se quedó con el título que defendía la letona Jelena Ostapenko, con quien había perdido la final del pasado año.

La rumana había caído en dos finales de Roland Garros (2014 y 2017) y en la definición del último Abierto de Australia. Pero por fin logró su consagración en un gran torneo en su cuarto intento.

En una cancha Philippe Chatrier que la apoyó con fervor, Halep se repuso pese a comenzar set abajo y con un pérdida de servicio en la segunda manga. En el set inicial, atacó mal y dejó espacios para el contraataque de su oponente. Su defensa era muy endeble.

Pero en el segundo parcial, casi al borde del abismo, Halep empezó a jugar con más temple y sacó adelante el encuentro. Mientras mejor jugaba, más gritaban los espectadores. Gran parte del estadio entonó “Simona, Simona”, al punto que ese ímpetu del público fue reprobado por el árbitro.

En el tercer set, Halep estaba imparable y Stephens empezó a fallar bolas fáciles. Cerró el partido sin suspenso, con un contundente 6-1. La número uno por fin tuvo en París su corona deseada.

Al concretarse su triunfo, escaló hacia la tribuna donde se encontraba su equipo, su familia y la legendaria gimnasta Nadia Comaneci para darles un abrazo. La española Arantxa Sánchez Vicario, ganadora de tres Roland Garros, le entregó la Copa Suzanne Lenglen cuando regresó a la pista.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]