Rajimón expresó su profundo pesar por la situación, destacando que la pérdida de un alumno es uno de los dolores más desgarradores que puede experimentar una comunidad educativa. Transmitió sus más sinceras condolencias a las familias afectadas, reconociendo el inmenso dolor que están atravesando en este difícil momento.

“Trabajamos para que ellos nos acompañen desde el cielo”, comentó el Padre, reflejando la búsqueda de consuelo y esperanza en medio del dolor. Destacó la importancia de acompañar y ser parte del proceso de duelo, reafirmando la misión de la institución de formar y brindar apoyo integral a sus estudiantes y familias.

En cuanto al abordaje de situaciones tan delicadas, Rajimón mencionó la existencia de equipos interdisciplinarios en las instituciones educativas, compuestos por psicólogos y psicopedagogos, quienes trabajan activamente sobre temas relacionados con la muerte, el suicidio y otras problemáticas propias de la adolescencia.

“No hay límite en el aprendizaje”, añadió el Padre, reconociendo que siempre hay más por aprender y mejorar en el acompañamiento de los estudiantes y en la gestión de crisis como la que están enfrentando en estos momentos.