La tragedia del avión sanitario que se estrelló en Río Grande conmocionó al país, porque en el accidente fallecieron los cuatro tripulantes que viajaban de regreso a la provincia de Buenos Aires. El hecho ocurrió durante el despegue, por lo que se inició una investigación para determinar una posible falla técnica en el motor.

En este sentido, se vinculó la tragedia del avión sanitario en Tierra del Fuego con una situación similar que tuvo lugar en 2020 con otra aeronave. En aquel entonces, la misma se dirigía a Esquel, en Chubut, mientras que el paciente que trasladarían esperaba en la ambulancia para embarcar cuando escucharon la explosión.

Según declararon fuentes cercanas al caso a Clarín, la empresa MD Fly fue quien contrató el avión sanitario a Flying America en ambos casos. Mientras que la primera compañía habría brindado el personal médico en el vuelo para encargarse de las personas que trasladarían por tratamientos específicos.

Fue así que el accidente en Esquel tuvo lugar el 5 de mayo, y fallecieron tres personas durante el aterrizaje. Entre ellos, Federico Bassi, el enfermero Patricio Walmsley y el copiloto del vuelo, mientras que una de las principales hipótesis señala que la presencia de niebla habría dificultado las maniobras de descenso.

Por un lado, la aeronave que sufrió el grave accidente en 2020 viajaba desde el aeropuerto de San Fernando hasta Chubut para trasladar a una nena de tres años a Buenos Aires por una urgencia.

En cambio, la segunda unidad de la empresa, que también protagonizó una tragedia, había despegado de San Fernando y dejó a un paciente de cinco meses en Río Grande. Fue entonces que, en su regreso, se accidentó y murieron las cuatro personas que viajaban: Claudio Canelo, el piloto, Héctor Vittore, el copiloto, Diego Ciolfi, el médico y Denise Torres García, la enfermera del vuelo.