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Silencio, gobierno Renovador

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Esta es la lógica del poder misionero. Se gobierna con la billetera y con el látigo. “De esto no se habla, de aquello tampoco”, algunos lo aceptan y se llevan beneficios, pero otros, lo aceptan para no recibir castigos después.

Silencio, gobierno Renovador

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta es la lógica del poder misionero. Se gobierna con la billetera y con el látigo. “De esto no se habla, de aquello tampoco”, algunos lo aceptan y se llevan beneficios, pero otros, lo aceptan para no recibir castigos después.[/vc_column_text][vc_single_image image=”238571″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]El gobierno Renovador tiene la suma del poder público y el manejo absoluto de las instituciones en la provincia. Esta concentración inédita de poder se explica solo por el abuso y la utilización discrecional de los recursos Estatales para fines partidarios y sectoriales.

Pero también por la pasividad de gran parte de la dirigencia política provincial. Y especialmente por la fuerte presión que se ejerce desde el poder en los ámbitos institucionales hacia los ciudadanos.

Es simple. Son pocos los que se animan, cómo se observó esta semana: El padre Alberto Barros no entiende por las buenas; entonces lo intentan por las malas.[/vc_column_text][vc_single_image image=”238572″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Decir verdades te convierte automáticamente en enemigo. Se aprieta y se intimida cómo se pueda; “se paga o se pega”.

Lamentablemente el ciudadano ya entendió este claro mensaje hace años y se acomodó al encuadre oficial: “Silencio; entonces idiota”.

El sometimiento esta ahí, día a día. Al docente que hace paro, le descuentan el sueldo y al gremialista que los organiza le arman una campaña sucia; así sucesivamente en todo.[/vc_column_text][vc_single_image image=”238573″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Sin ir más lejos, hace unos días los trabajadores del Parque del Conocimiento denunciaron que son alrededor de 500 empleados que están en “negro” hace 10 años. Pero, lamentablemente, nadie se animó a poner la cara y solo quedó en una campaña, casi anónima, a través de algunos flyers vía redes sociales.

El látigo se hizo presente; es que los trabajadores saben que sí se quejan, después reciben castigos. Y así sucesivamente, otra vez.

Ejemplos de este tipo sobran. Esta semana, en la localidad de San José, los productores ganaderos se quejaron por la creciente inseguridad rural y la falta de compromiso y acompañamiento del Estado. ¿La respuesta? Lejos de asistirlos o ayudarlos, apareció el enojo oficial y el apriete.

“Nos tiraron piedras a las casas y a los autos de los que integramos el Foro de Seguridad de San José”, se quejó hoy en TVA, Juan Domínguez, presidente de dicho Foro.[/vc_column_text][vc_single_image image=”238574″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]“Cuando la gente habla es por algo, dijo a TVA Misiones Cuatro, Ariel Espachuz, productor ganadero de esa localidad que reclama respuestas ante la ola de robos. Y efectivamente es así, el problema es que como consecuencia del miedo reinante son pocos los que hablan.

Mientras todo siga siendo así, mientras sigan siendo pocos; el poder político podrá seguir gobernando con la billetera y con el látigo. Solo cuando sean muchos más los que levanten la voz, no podrán mantener el silencio.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

XP

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