En medio de la vorágine académica y financiera que enfrentan muchos estudiantes universitarios, Damaris De Campos, una joven estudiante de Fonoaudiología, decidió tomar medidas audaces para asegurar su permanencia en la facultad.

Damaris compartió abiertamente su situación, revelando que tuvo que recurrir a la venta ambulante de ensaladas de frutas como una manera de recaudar fondos para costear su cuota universitaria. “Hoy es el límite para pagar la cuota”, comentó Damaris, destacando la urgencia de su situación.

La joven estudiante explicó que, a pesar de haber realizado un pago inicial al ingresar a la carrera, la carga financiera se volvió cada vez más difícil de manejar. “El primer mes pagué 101 mil y no llegaba a completar la cuota, además de un agregado de intereses”, lamentó. Ante este panorama, la joven se vio en la necesidad de buscar alternativas para obtener ingresos adicionales y evitar que los intereses acumulados agraven su situación financiera.

Con determinación y dedicación, Damaris se propuso mantenerse en la carrera, a pesar de las dificultades que enfrenta. “Estoy intentando conseguir el resto”, afirmó, reflejando su compromiso con su educación y su futuro profesional. Aunque su madre contribuye con la mitad de la cuota, Damaris reconoce la importancia de asumir responsabilidades y buscar soluciones por cuenta propia.

La historia de Damaris resalta la realidad que muchos estudiantes universitarios enfrentan a diario: el desafío de equilibrar los compromisos académicos con las presiones financieras. Sin embargo, su determinación y valentía son un recordatorio poderoso de la importancia de perseverar en la búsqueda del conocimiento y la superación personal.