En un mundo cada vez más digitalizado, las familias se enfrentan al desafío de gestionar el acceso y uso de tecnología por parte de los niños y adolescentes. En este contexto, el control parental se ha convertido en una herramienta fundamental para asegurar que los menores naveguen de forma segura en internet y en plataformas de videojuegos. Walter Horianski, Profesor de Tecnología, explicó en una entrevista con Misionescuatro cómo funciona el control parental y qué beneficios trae para los padres y sus hijos.
“Los padres y adolescentes a veces se sienten perdidos frente a las situaciones que presenta el mundo digital. Por eso, realizamos talleres de padres para acompañarlos en el uso de herramientas y para ayudarlos a controlar a sus hijos a la hora de usar redes sociales y videojuegos”, explicó . En estos talleres, se enseña a los padres a usar las configuraciones de control parental disponibles en diversas plataformas, como redes sociales y juegos en línea, para proteger a los menores de riesgos como el ciberacoso o la exposición a contenido inapropiado.
El control parental, según el profesor, está presente incluso en los videojuegos. “Los videojuegos tienen opciones para coordinar horarios y vínculos, lo que permite establecer límites de tiempo y proteger a los niños de interacciones no deseadas”, comentó. Además, señaló que los padres pueden controlar ciertos aspectos, como ver los mensajes enviados y recibidos, lo cual resulta crucial para monitorear las interacciones en línea.
Uno de los aspectos más importantes que destaca Horianski es que los padres deben tener en cuenta los peligros emocionales que los niños pueden enfrentar en línea, aunque a menudo no los visualicen. “Es fundamental que los padres sean conscientes de las implicancias emocionales que las situaciones digitales pueden generar en los menores, incluso si no son inmediatamente evidentes”, añadió.
En cuanto a la edad recomendada para el uso de dispositivos, el profesor de Tecnología señala que los niños pueden comenzar a usar el celular a partir de los 6 años, pero con un control estricto. “Lo ideal sería que a los 10 años recién empiecen a tener un uso más autónomo del celular, pero siempre con supervisión”, indicó. Además, Horianski resaltó que, en el caso de los adolescentes, el control parental debe mantenerse, especialmente entre los 14 y 16 años, una etapa crítica donde suelen surgir problemas como el ciberbullying, el acoso y la mezcla de adultos con adolescentes en las redes sociales.
“Todo esto se aborda en los talleres, donde también es importante enseñar a los niños a reconocer las situaciones que están viviendo, aprender de ellas y tomar conciencia de los riesgos digitales”, agregó el profesor. La educación en este ámbito, tanto para padres como para hijos, es clave para crear un entorno seguro en el que los niños y adolescentes puedan disfrutar de los beneficios de la tecnología sin exponerse a sus peligros.
