El uso del celular en las aulas: ¿Herramienta pedagógica o distracción?
El debate sobre el uso del celular en las aulas se intensifica en las escuelas de Argentina, y la provincia de Misiones no es la excepción. Según un relevamiento realizado en 80 países, el 54% de los estudiantes en el país se distrae en clase debido al uso de teléfonos móviles. Sin embargo, la integración de esta tecnología en la educación no es una cuestión unánime, y diferentes instituciones adoptan enfoques variados.
En el Instituto Horacio Quiroga, la Directora del Nivel Primario, Adriana Josefina Marcuzan, considera que el uso de celulares está permitido si tiene una finalidad pedagógica. “Tenemos el aula maker y es fundamental la tecnología en estos tiempos. Estos niños vienen digitales ahora y debemos adaptarnos, pero siempre guiados por los adultos”, afirmó.
Según Marcuzan, los celulares solo se utilizan en clase cuando están dentro de la planificación educativa, y en los recreos, los estudiantes traen juegos para interactuar y conocer a otros. “El área administrativa está para enviar mensajes a los tutores y la comunicación con ellos se realiza por correo electrónico o notificaciones”, agregó.
En tanto, la psicopedagoga Ana María Rodríguez, también del Instituto Horacio Quiroga, subraya los efectos negativos que puede tener el uso indiscriminado del celular. “Los jóvenes dependen de la tecnología, pero también se han visto dificultades para establecer vínculos humanos, ya que muchos chicos chatean estando uno al lado del otro”, comentó.
Rodríguez también señala que el celular, cuando no está coordinado como herramienta pedagógica, puede ser una distracción. “Si les dejas el celular, lo usan todo el tiempo, se distraen y desvinculan de la tarea”, explicó. A pesar de estos problemas, la psicopedagoga ve el uso controlado del celular como algo positivo si tiene objetivos claros: “Si es una herramienta pedagógica con una pauta de trabajo, es positivo, pero el problema es cuando se usa sin coordinación ni objetivos”.
En la Escuela Normal 10, el vice director Walter Altamirano explicó que la medida sobre el uso del celular sigue siendo la misma que el año pasado: “El uso depende del docente y la utilidad que le dé en el aula. Está permitido, pero no tomamos medidas en los recreos”. Altamirano enfatizó que los estudiantes pueden traer su celular con la autorización de los padres y tutores, y que, en general, no hay inconvenientes si se usa como herramienta pedagógica. “Cuando no se utiliza con un objetivo, surgen problemas”, concluyó.
El uso del celular en las aulas plantea un desafío para el sistema educativo, ya que requiere encontrar un equilibrio entre aprovechar la tecnología como herramienta de aprendizaje y evitar que se convierta en una distracción. Mientras algunos docentes y especialistas abogan por un enfoque más flexible y adaptado a la era digital, otros insisten en la necesidad de establecer límites claros para no afectar la calidad educativa.