Las cuatro jóvenes soldados israelíes capturadas hace más de un año por Hamás cruzaron este sábado a territorio israelí para reencontrarse con sus familias tras 477 días de cautiverio en la Franja de Gaza.
Este acto marcó el segundo canje de rehenes desde el inicio del alto el fuego entre Israel y el movimiento islamista palestino, en el que también fueron liberados 200 presos palestinos.
Liri Albag, Karina Ariev, Daniella Gilboa y Naama Levy, de entre 19 y 20 años, fueron capturadas el 7 de octubre de 2023 mientras cumplían tareas de vigilancia en la base militar Nahal Oz, cercana a la Franja de Gaza.
Acompañadas por fuerzas de seguridad israelíes y agentes del Shin Bet, cruzaron la frontera y se dirigieron a un chequeo médico preliminar antes de reunirse con sus familias.
Antes de la entrega, las jóvenes fueron presentadas en un escenario en una plaza de Gaza, rodeadas de combatientes de Hamás y la Yihad Islámica, armados y vestidos con pasamontañas.
Las imágenes mostraron a multitudes congregándose para presenciar el evento, con combatientes portando pancartas y cintas alusivas a sus organizaciones.
Cuatro vehículos de la Cruz Roja Internacional trasladaron a las rehenes hasta territorio israelí, donde el Ejército del Estado judío formalizó su recepción.
Israel, por su parte, liberará a 200 presos palestinos. Según fuentes palestinas, 120 de ellos están condenados a cadena perpetua, y 70 deberán ser exiliados fuera de los Territorios Palestinos. Entre los liberados se encuentra un preso que llevaba décadas detenido sin interrupción, según organizaciones de prisioneros.
Hamas: liberación y polémica
Ayer, el anuncio sobre la liberación de las solados causó polémica ya que el hecho incumpliría una de las cláusulas del acuerdo, que establecía que, en principio, se liberaría a mujeres civiles y niños.
Sandra Miasnik, prima de una de las rehenes que todavía no fue liberada, habló con A24 y afirmó: “La sensación de incertidumbre por el estado de un ser vivo es una emoción que no se lo deseo a nadie”.
En la misma línea, aseguró: “Por supuesto que te ponés en el zapato de la chicas liberadas, uno lo siente como una alegría propia, pero por otra parte sigue pasando el tiempo y mi familia no tiene ninguna novedad”.
