El ataque, que comenzó el viernes por la noche, también incluyó el lanzamiento de dos drones desde Líbano; uno fue interceptado mientras que el otro impactó un edificio en Herzliya. Afortunadamente, no se registraron víctimas fatales en este incidente.

En respuesta, el ejército israelí llevó a cabo una serie de operaciones militares, atacando aproximadamente 280 objetivos de Hezbollah y Hamas tanto en Líbano como en la Franja de Gaza. Las FDI reportaron la eliminación de alrededor de 50 combatientes de Hezbollah en enfrentamientos directos y ataques aéreos, y también destacaron la identificación de túneles y sitios de almacenamiento de armamento.

Ante el aumento de las hostilidades, el ejército israelí ordenó la evacuación de residentes en 23 pueblos del sur del Líbano, advirtiendo sobre el riesgo que representan las actividades de Hezbollah. Esta medida busca garantizar la seguridad de la población, dada la creciente amenaza de ataques.

La situación se agravó con bombardeos israelíes en la ciudad de Nabatieh, donde se reportaron al menos 15 muertes tras ataques aéreos que afectaron áreas fuera de los bastiones de Hezbollah, informó el portal TN.