El gobierno de Javier Milei busca implementar la tercera fase de su programa económico, centrada en eliminar el cepo cambiario, una medida que considera “aberrante”. Según el mandatario, esta decisión dependerá de obtener financiamiento internacional, lo que permitiría equilibrar las reservas del Banco Central y atraer inversiones.

En el Foro de Davos, Milei reiteró su compromiso con la liberalización cambiaria y reforzó su relación con el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciando la intención de avanzar en un tratado de libre comercio. Incluso señaló que podría abandonar el Mercosur si este bloque obstaculiza dicho acuerdo.

El ministro de Economía, Luis Caputo, lidera las negociaciones con el FMI para obtener al menos 11.000 millones de dólares, lo que facilitaría la eliminación de restricciones cambiarias. También se gestionaron créditos por 1.000 millones de dólares y se esperan nuevos desembolsos en los próximos meses.

El gobierno asegura que esta estrategia permitirá reducir la inflación de largo plazo, con un impacto positivo en la economía y el empleo. No obstante, enfrenta desafíos como contener las paritarias y aliviar el impacto del ajuste en los sectores más vulnerables.

Milei confía en que el crecimiento económico proyectado para este año, estimado en un 6%, y la reducción de la pobreza mejorarán la percepción ciudadana antes de las elecciones legislativas de octubre. Sin embargo, especialistas advierten sobre los efectos del ajuste en el poder adquisitivo y el presupuesto de los hogares, especialmente en jubilados y sectores medios.