Opinión

Más caro, menos eficiente: el transporte público en Posadas

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Por Emilia Pecaro.

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Más caro, menos eficiente: el transporte público en Posadas

En Misiones, el servicio de transporte público se ha convertido en el epicentro de un creciente descontento social. La situación actual del transporte en Posadas y alrededores es un reflejo claro de cómo las decisiones monopolísticas y las políticas cortoplacistas pueden deteriorar un servicio esencial para miles de misioneros. El monopolio del Grupo Z,especialmente tras la salida de Río Uruguay, ha dejado a los usuarios a merced de un servicio que muchos describen más como un corral de ganado que como un sistema de transporte digno de una capital provincial.

Recientemente, el incremento en la tarifa de los colectivos en Posadas, Garupá y Candelaria ha vuelto a encender las alarmas entre los usuarios. Este aumento, lejos de corresponderse con mejoras en el servicio, parece ser solo otra capa de pintura sobre una estructura ya carcomida. Las constantes quejas sobre la reducción de los servicios, las pésimas condiciones de los vehículos y la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades hacen eco en la frustración de los ciudadanos.

Las audiencias públicas, lejos de ser un espacio para la solución de estos problemas, han sido criticadas por su aparente ineficacia. Las voces de los usuarios, clamando por un transporte digno y accesible, parecen desvanecerse en el aire sin encontrar eco en las decisiones que se toman. Un vecino de Villa Cabello expresaba su indignación, señalando las deplorables condiciones de los colectivos que, asegura, no están a la altura de las necesidades de una población que depende diariamente de este servicio para trasladarse.

La situación del transporte urbano en Posadas es alarmante. Los rumores de nuevos aumentos solo añaden incertidumbre a un panorama ya de por sí desalentador. En un momento donde la economía aprieta, los ciudadanos de Misiones no deberían tener que elegir entre pagar más por un servicio deficiente o simplemente resignarse a la ineficiencia.

Desde las altas esferas se habla de modernización y se utilizan términos como “start-up” y “bio” para dibujar una imagen de progreso, pero la realidad en las calles cuenta una historia muy diferente. El transporte público en Misiones necesita más que retoques superficiales y aumentos de tarifas; requiere una revisión profunda que ponga fin al monopolio que asfixia y comience a escuchar de verdad a los que día a día sufren sus deficiencias.

Audiencias que nadie escucha, reclamos de los que nadie se ocupa. Una constante en esta provincia, de norte a sur.

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