Política

Ex empleado de Sala reveló haber sido “amenazado de muerte”

cargando anuncio

David “Pilo” Mansilla declaró este lunes en el marco del juicio por la llamada “balacera de Azopardo” ocurrida en 2007, en San Salvador de Jujuy; aseguró que recibió amenazas por parte de la Tupac Amaru, la organización que lidera la militante K, Milagro Sala, actualmente detenida.

Ex empleado de Sala reveló haber sido “amenazado de muerte”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]David “Pilo” Mansilla declaró este lunes en el marco del juicio por la llamada “balacera de Azopardo” ocurrida en 2007, en San Salvador de Jujuy; aseguró que recibió amenazas por parte de la Tupac Amaru, la organización que lidera la militante K, Milagro Sala, actualmente detenida.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1544474908991-88569d0a-9127-8″ include=”214616,192161″][vc_column_text]JUJUY. Un ex empleado de Milagro Sala, David “Pilo” Mansilla, señaló este lunes que había “amenazas de muerte” entre los sectores que lideraban la líder de la Tupac Amaru, actualmente detenida, y Alberto Cardozo, dos de los tres imputados que tiene el juicio de “la balacera de Azopardo”, que investiga un enfrentamiento ocurrido en 2007, en San Salvador de Jujuy.

“Sabía que había problemas entre Sala y Cardozo que cada vez se hacía más grande, en la cancha (de Gimnasia y Esgrima de Jujuy) por espacios y luego en la política ya que apoyaban a distintos candidatos”, dijo Mansilla al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Jujuy.

Este juicio tiene como imputados, además de Sala y Cardozo -un ex dirigente social que por entonces no estaba aliado a Sala- a Fabián “Chato” Ávila, por homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria y homicidio simple, ambos en grado de tentativa.

Milagro Sala llegó a este juicio también por el cargo de homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria, mientras que Cardozo por homicidio simple, ambos en grado de tentativa.

Siete testigos declararon hoy, entre ellos familiares de los imputados, efectivos policiales y vecinos, y solo resta un testimonio para cerrar la etapa el próximo miércoles y comenzar con los alegatos el 19.

Mansilla relató hoy que el día del tiroteo transportaba a Milagro Sala y que al escuchar la noticia por la radio, ésta se descompuso, se bajó del vehículo frente a una plaza y vomitó.

Por otro lado, reconoció que junto a otras personas de la Tupac “viajaban a Córdoba para llevar dinero a Ávila y Jorge “Loco” Páes (sobreseído de la causa), ya prófugos y acusados de ser los “sicarios” que supuestamente contrató Sala para matar a Cardozo.

Por otro lado, comentó que luego de unos años de aquel episodio, la idea de Milagro Sala era hacer las paces con “Beto” Cardozo y para sumarlo a la Red de Organizaciones Sociales que ella lideraba: “Le ofreció un vehículo color rojo y tener varias cooperativas a su cargo a través de una organización social propia denominada Tekuré”.

A su turno Alcira Colque, madre del imputado Ávila, relató algo que ya dijeron otros testigos sobre que, en 2016, hubo una reunión con un abogado de apellido Miranda (“enviado por el juez de la causa Pablo Pullen Llermanos”) en la que éste le pidió “que hable mal de Sala a cambio de la libertad” de su hijo, a lo que se opuso.

De acuerdo a sus dichos, este “acuerdo” solo se dio con los familiares de Páes y que por esa razón fue sobreseído de la causa.

Los incidentes que originaron la causa de la balacera sucedieron el 27 de octubre de 2007, en el barrio San Francisco de Alava, (ex Azopardo), durante los cuales dos bandos se enfrentaron con armas de fuego.

Según la requisitoria fiscal, antes del ataque Ávila habría concurrido al domicilio de Sala en la capital jujeña, donde habría recibido la orden de matar a Cardozo, encuentro que, presuntamente, fue en presencia de varios allegados a la jefa de la Tupac Amaru.

Por el servicio requerido, según la investigación, Sala habría pagado previamente a Ávila con la entrega de una casa ubicada en el barrio Sargento Cabral, propiedad de la acusada, con lo que, simultáneamente, se instrumentó la compraventa del inmueble mediante escritura pública.

El día del enfrentamiento, Ávila efectuó el primer disparo contra Cardozo, quien se resguardó detrás de un árbol y también comenzó a tirar, produciéndose así un intercambio de disparos.

Una niña de 11 años que estaba en el lugar resultó herida de un balazo en la zona abdominal del arma que empuñaba Ávila, por lo que se abrió una causa por “homicidio en grado de tentativa”.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Télam

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comentarios