La alianza de países busca implementar estrategias para combatir la pobreza y la hambruna en el mundo. Sin embargo, la adhesión de Argentina se realizó bajo condiciones específicas que reflejan las políticas de Milei, orientadas al mercado y la reducción del intervencionismo estatal.
La postura final del Gobierno dejó claro que si bien participará de esta coalición, no aceptará medidas colectivas o programas específicos que no estén alineados con su visión económica.
En su comunicado oficial, la Argentina enfatizó que su enfoque será diferente al de otros miembros, destacando la importancia de reformas de mercado que respeten los derechos individuales, y tomando distancia de políticas socialistas que, según el gobierno argentino, han demostrado ser ineficaces en la lucha contra la pobreza y el hambre.