El pasado 6 de noviembre, un hombre de 53 años se dirigió al cajero automático de la calle Victoria Aguirre, en Puerto Iguazú, donde un desperfecto en la máquina retuvo su tarjeta de débito. El afectado, al darse cuenta del incidente, se comunicó con su banco, que le aseguró que su tarjeta sería bloqueada y reemplazada el próximo día hábil. Sin embargo, la sorpresa llegó esa misma noche, cuando al revisar su banca móvil, se percató de que alguien había realizado varias compras con su tarjeta.
El denunciante, alarmado, se contactó nuevamente con la entidad financiera, que procedió a bloquear la tarjeta y le ofreció emitir una nueva. No obstante, continuó monitoreando los movimientos de su cuenta y descubrió que, entre los días siguientes, se habían realizado compras adicionales por un total de 1.751.800 pesos, superando el monto de lo que se consideraba un uso fraudulento de la tarjeta.
La investigación policial dio un giro cuando se detectó una compra reciente en una chapería local, donde los dueños del comercio pudieron brindar información clave sobre el comprador que usó la tarjeta robada. Con esta pista, los investigadores de la policía de Puerto Iguazú solicitaron una orden de allanamiento al Juez de Instrucción y procedieron a inspeccionar una vivienda en el barrio Villa Alta.
La detención se llevó a cabo el jueves, cuando se arrestó al principal sospechoso, un hombre de 40 años que trabajaba como personal de limpieza en una empresa local. Durante el allanamiento, las autoridades incautaron varios objetos vinculados al delito, incluyendo tres teléfonos celulares, prendas de la empresa en la que trabaja el acusado, dinero en efectivo y diversas tarjetas, algunas de las cuales podrían estar relacionadas con otros fraudes.
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