
En un contexto de creciente deserción estudiantil y dificultades económicas, estudiantes de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional organizaron una olla popular en las afueras de la institución como protesta contra el gobierno nacional, provincial y las autoridades académicas. La medida, impulsada principalmente por los estudiantes de Letras y otras carreras, busca visibilizar la crisis que atraviesa el sector educativo, especialmente en términos de accesibilidad, costos y condiciones de cursada.
Esperanza Maack, estudiante de la carrera de Letras, expresó su malestar ante la situación y enfatizó el contexto de alta precariedad en el que muchos estudiantes se encuentran. “Estamos realizando una olla popular en contra del gobierno nacional y la complicidad del gobierno provincial y las autoridades de la facultad”, declaró Maack durante la protesta. Según la estudiante, la combinación de la crisis económica y la falta de políticas adecuadas está afectando gravemente a los estudiantes, quienes deben afrontar costos elevados de vida y, en muchos casos, abandonar sus estudios para poder trabajar.
“Estamos viviendo una situación crítica como estudiantes. El costo de vida es alto y muchos deben salir a trabajar”, agregó Maack. Según los manifestantes, la universidad no provee horarios accesibles para aquellos que necesitan compatibilizar su formación académica con un empleo, lo que ha generado una mayor deserción de estudiantes. “Hubo una reducción de entre el 40 y 60% en los ingresantes”, afirmó la estudiante, reflejando la drástica caída en la matrícula estudiantil.

La falta de docentes también es una de las principales preocupaciones. “Falta personal docente, lo que impide la implementación de la triple franja horaria que necesitamos para poder cursar”, señaló Maack, refiriéndose a la necesidad de ofrecer más opciones horarias que faciliten la cursada para quienes dependen de trabajos a medio tiempo o con horarios irregulares.
Además, la situación salarial de los docentes también fue mencionada por los estudiantes como un factor determinante. “Los salarios son peores y no alcanzan”, manifestaron los estudiantes, aludiendo a las condiciones de trabajo de los docentes, quienes, según ellos, tampoco cuentan con un apoyo adecuado por parte de las autoridades.
La protesta, que fue respaldada por varios grupos de estudiantes, apunta a generar un cambio en las políticas universitarias y gubernamentales que garanticen condiciones de estudio más accesibles, tanto en términos de costos como de horarios. Mientras tanto, la olla popular sigue siendo una forma simbólica de visibilizar el malestar y la necesidad urgente de soluciones.
Docentes Universitarios Realizan Olla Popular en el Segundo Día de Paro Nacional
Docentes universitarios encaran su segunda jornada de paro de 48 horas convocada a nivel nacional, en un contexto de creciente descontento con las condiciones de la educación superior. En la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), los docentes, en conjunto con los estudiantes, organizan una olla popular como una forma de lucha para visibilizar la crisis académica que atraviesa la universidad.
Tania Piris Da Motta, docente de la carrera de Comunicación Social en la mencionada facultad, explicó que la medida busca poner de manifiesto la difícil situación que enfrentan tanto los docentes como los estudiantes en relación con la falta de clases, la ausencia de respuestas y la creciente precarización de la educación pública. “Es el segundo día de paro de 48 horas del paro llamado a nivel nacional”, dijo Piris Da Motta, quien también resaltó que la jornada tiene un carácter de lucha activa.

“Nos juntamos con estudiantes en lucha para hacer una olla popular y hacer una jornada de lucha”, comentó la docente, quien criticó la falta de convocatoria por parte de las conducciones gremiales de la UNaM. Según Piris Da Motta, las autoridades gremiales no han llamado a ninguna actividad de movilización ni a asambleas durante este paro, limitándose a informar sobre la suspensión de clases.
La protesta también refleja una profunda frustración por la falta de clases en algunas unidades académicas. “No tenemos clases todavía, otras unidades académicas sí. Tenemos cursillos de ingresos que debían suspenderse”, señaló la docente, haciendo referencia a la suspensión de actividades académicas en su facultad mientras que en otras unidades académicas de la UNaM, las clases continúan con normalidad.
El llamado de los docentes es claro: exigen que los paros sean acompañados de movilización. “Queremos que los paros sean con movilización y llamamos a la olla popular”, dijo Piris Da Motta, quien aseguró que la medida busca fortalecer la lucha por una educación pública.