Juanita salió de Córdoba el 7 de octubre. “Tuvimos una charla y ella estaba bien. Solo le dolía un poquito la garganta”, recordó Claudia. Se despidieron con un tierno “chau mamita; nos vemos en Posadas, que descanses, estoy bien, te amo”.

Sin embargo, a las 8:15 horas del día siguiente, Claudia recibió un mensaje de la maestra Alejandra, informándole que Juanita había tenido una noche difícil: “Estuvo vomitando, con diarrea, fiebre, le pusieron dipirona, vomitó, tenía paño”. Esta noticia dejó a Claudia en shock. “Le dije que la llevaran a un sanatorio, pero me dijeron que no lo harían”.

A pesar de que Claudia pidió que Juanita se hidratara y le solicitó hablar con ella, la situación no mejoró. “Era una inocente, estaba cuidada por adultos y realmente habrá pensado que iba a estar bien”, lamentó. En un momento crítico, Juanita les dijo que “no podía más”, pero continuaron adelante, dejando a la joven tirada durante el desayuno, según el relato de la madre.

“Quedé loca, enloquecí”, expresó Claudia. “Pedí que llamaran a la empresa y mandaran una ambulancia. Pensé que el viaje le había hecho mal”. Sin embargo, la respuesta de la empresa fue insatisfactoria. “No consiguieron una ambulancia y mandaron un auto particular con una mujer”, afirmó Claudia, quien sintió que la situación se estaba complicando.

Cuando Juanita finalmente llegó al hospital, “tenía los ojos rojos y la boca negra”. Los médicos informaron a Claudia que era tarde: su hija había llegado en shock y deshidratada, con un diagnóstico de influenza B. “Si una nena viene desde la madrugada vomitando, con fiebre y diarrea, le faltó ayuda inmediata”, comentó con tristeza.

Claudia ahora busca justicia, sosteniendo que “una parada cambiaba la historia”. Criticó la falta de atención que recibió su hija durante el viaje, subrayando que las maestras Alejandra y Karen, que la asistieron, y la empresa deberían asumir su responsabilidad. “La maestra está escondida y la escuela dice que no tiene nada que ver”, aseguró.

“Estoy en la lucha, quiero justicia del hombre y de justicia divina. Se llevaron a una persona con sueños, que amaba la vida. Se la llevaron por no haber atendido a tiempo”, concluyó.