Los vecinos del Barrio Alta Gracia levantaron su voz en reclamo de una serie de mejoras que consideran urgentes para la seguridad y el bienestar de la comunidad. Entre las principales demandas se encuentra el arreglo de la boca de tormenta, que consideran un peligro para los menores de edad. “Siempre es la boca de tormenta, hay ratas”, aseguró un vecino, quien destacó que este problema representa un riesgo constante para los niños del barrio.
Además, los habitantes del barrio solicitan un espacio de recreación y una plaza donde los niños puedan jugar de forma segura. “No tenemos para los chicos nada recreativo ni espacio verde”, expresaron, señalando que los menores juegan en las calles principales como Suecia, Suiza y Trípoli, sin ningún tipo de infraestructura adecuada.
Los problemas de seguridad también fueron una preocupación central. Los vecinos destacaron la falta de reductores de velocidad, lo que provoca que los autos pasen rápidamente por el barrio. “No tenemos reductores de velocidad y pasan rápido”, indicaron, enfatizando que la situación aumenta el riesgo de accidentes, especialmente para los más pequeños. Además, mencionaron que la inseguridad es otro desafío persistente: “La inseguridad es como en todos lados. Asaltan a personas mayores y pasa poco la policía”, señaló un residente, quien lamentó que la presencia policial sea insuficiente para hacer frente a los delitos en la zona.
Otro de los reclamos importantes es la falta de infraestructura para la disposición de residuos. “Nos llevaron un contenedor de residuos y no tenemos dónde poner la basura”, dijeron, expresando su frustración ante la falta de respuestas de la comisión vecinal. Aseguran que la situación de acumulación de basura solo empeora las condiciones de vida en el barrio.
En este contexto, los vecinos subrayaron la importancia de prevenir futuros problemas. “La idea es prevenir”, afirmaron, insistiendo en que las autoridades deben tomar medidas antes de que las situaciones lleguen a un punto crítico. La falta de respuesta por parte de las autoridades locales genera un creciente malestar entre los residentes, quienes consideran que la situación del barrio necesita una intervención urgente.
