Vecinos de Barrio Santa Clara asumen el arreglo del barrio ante la falta de respuesta municipal
La situación en el Barrio Santa Clara de Garupá se volvió insostenible para los vecinos, quienes, hartos de la falta de respuestas del municipio, han decidido asumir la responsabilidad de mejorar las condiciones de su barrio. Sin embargo, esta decisión generó un gran desgaste económico para los habitantes de la zona, quienes deben costear los arreglos con recursos propios, mientras el municipio permanece ausente.
Yamila Echeverría, vecina del barrio, expresó con frustración: “Somos vecinos de Santa Clara 1, y nuestra problemática es por el mal estado de las calles. No podemos transitar con los autos y hay un zanjón que acumula agua”. Esta denuncia refleja la difícil situación que enfrentan a diario los habitantes del barrio, quienes se ven obligados a convivir con un espacio que carece de infraestructura básica.
Los intentos de los vecinos por comunicarse con la municipalidad son en vano, ya que, según Echeverría, “la municipalidad no recibe los llamados de atención de los vecinos”. A su vez, el espacio de la comisión vecinal también se mostró impotente para solucionar la situación, informando que no cuentan con las herramientas ni maquinarias necesarias para realizar las reparaciones.
“Hace 10 años que vivo acá y es un barrio con todas las clases sociales, todos trabajadores”, comentó Echeverría, quien destacó que los vecinos se autoconvocan para mejorar su comunidad. Para hacer frente a la oscuridad que invade el barrio cada noche, decidieron comprar focos, juntar dinero entre ellos y colocar las luces por su cuenta. “Lo hacemos todo nosotros. Juntamos plata para comprar las luces, colocamos nosotros, ni EMSA viene”, agregó, describiendo cómo han tenido que improvisar soluciones ante la falta de apoyo.
La falta de iluminación es uno de los problemas más críticos. “A la noche es caótico entrar acá. Vivimos en total oscuridad”, afirmó. Ante esta situación, los vecinos colocaron focos afuera de sus casas para iluminar las calles, buscando al menos una mínima seguridad en un entorno totalmente descuidado.
Echeverría señaló la indignación que sienten al no ver inversión por parte del Estado: “No vemos inversión. Es indignante”. La falta de acción por parte del municipio generó un profundo malestar en la comunidad, que ya no sabe a quién recurrir para mejorar sus condiciones de vida.