Un reciente brote de gastroenterocolitis en las playas de Brasil encendió las alarmas entre su población local y turistas. Más de 2.000 casos fueron registrados en Guarujá, mientras que zonas como Playa Grande y Florianópolis también reportan numerosos contagios. Este problema, vinculado a la contaminación del agua y los alimentos, prendió un alerta sobre la importancia de extremar precauciones durante las vacaciones.
Entre los síntomas reportados figuran diarrea aguda, vómitos, náuseas y dolor abdominal, asociados a infecciones por bacterias, virus o parásitos. Las autoridades sanitarias recomiendan prestar atención a la higiene personal, evitar el consumo de alimentos de dudosa procedencia y atender de inmediato cualquier malestar severo.
Estos episodios refuerzan la necesidad de seguir las directrices de la OMS para prevenir este tipo de enfermedades, especialmente en destinos turísticos en donde suelen suceder casos como los registrados en los últimos días debido a la contaminación a la que está expuesta el agua de la zona y, por lo tanto, también el alimento que se extrañe en su cercanía.
Recomendaciones de la OMS para evitar cuadros de diarrea
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla medidas muy importantes para prevenir estas infecciones, las cuales son provocadas mayormente por alimentos y agua contaminados o por una higiene inadecuada. Estas enfermedades, que afectan tanto a niños como adultos, pueden clasificarse en tres tipos principales:
Diarrea líquida aguda: Persistente por horas o días, como ocurre con el cólera.
Diarrea con sangre: También conocida como disentería, presenta mayor gravedad.
Diarrea persistente: Dura más de dos semanas, con altos riesgos de deshidratación.
La prevención es esencial y abarca desde el acceso a agua potable y saneamiento adecuado hasta prácticas como el lavado frecuente de manos, la correcta manipulación de alimentos y la lactancia exclusiva en bebés menores de seis meses. Asimismo, la vacunación contra el rotavirus es una herramienta clave para reducir riesgos.
Durante un brote, la amenaza principal es la deshidratación debido a la pérdida de agua y electrolitos. Esto puede evitarse reponiendo líquidos de manera constante y recurriendo a atención médica ante los primeros síntomas graves. En el contexto actual de las playas brasileñas, seguir estas recomendaciones puede evitar complicaciones en la salud durante las vacaciones.
