Con un agónico doblete de Joselu, Real Madrid le ganó 2-1 a Bayern Múnich en el Estadio Santiago Bernabéu y se convirtió en el segundo finalista de la Champions League 2023-24. El equipo de Carlo Ancelotti remontó un partidazo y ahora definirá el título contra Borussia Dortmund en Londres, el próximo 1 de junio.
En la primera mitad Vinícius estrelló un remate al palo, cuyo rebote cayó en los pies de un Rodrygo que no pudo superar a Manuel Neuer, quien volvió a salvar a su equipo tras un centro venenoso del delantero brasileño.
Por su parte, la visita solo disparó dos veces entre los tres palos, siendo la más peligrosa un tiro de Harry Kane de volea despejado a córner por Andriy Lunin.
Además, Serge Gnabry tuvo que retirarse del campo de juego por lesión en el minuto 27 y en su lugar entró Alphonso Davies.
Fue el tanto de Alphonso Davies en el minuto 68 el que despertó a Real Madrid. Primero, a Ancelotti, quien enseguida introdujo en el terreno de juego a Luka Modric y a Joselu. Se fueron Toni Kroos y Aurelien Tchouameni. Su decisión fue decisiva. El Madrid no atinaba. Vinícius y Rodrygo no dieron en la diana en varias ocasiones. Se encontraron con los palos y con Manuel Neuer. Y el 0-1 de Bayern Múnich parecía haber derrotado a siempre superviviente conjunto blanco.
Hasta ese momento, otro de los señalados para generar una gran noche, estaba prácticamente desaparecido. Ese era Jude Bellingham, a quien esta temporada le falta protagonizar una gran noche europea. Es, sin duda, uno de los fichajes más importantes del club blanco en los últimos tiempos. Lo ha demostrado con creces en su estreno con la camiseta blanca. En menos de un año, se ha convertido, junto a Vinícius, en su jugador franquicia. Sin embargo, aún tiene una deuda pendiente con sus aficionados.
Bellingham tuvo cuota de protagonismo en la fase de grupos, con aciertos ante Napoli, Unión Berlín y el Braga. Buenos equipos, pero ninguno ‘top’ del torneo. Y, a la hora de la verdad, salvo su exhibición defensiva frente a Manchester City en el Ettihad, como la que mostraron todos y cada uno de sus compañeros, no cuajó una noche para el recuerdo ni ante el conjunto inglés, ni ante Leipzig y menos en los dos encuentros frente a Bayern Múnich.
Y cuando a Bellingham se le estaba poniendo cara de Kylian Mbappé, muy criticado en PSG después de caer eliminado 24 horas antes frente a Borussia Dortmund, apareció Joselu, el hombre inesperado, invisible en el banquillo hasta el minuto 70, cuando entró al campo para firmar un doblete que ya es historia. Y, cuando el partido terminó, la enfervorecida afición blanca grito un nombre que no fue ni el de Bellingham ni el de Vinícius: el cántico que tronó en el Bernabéu fue un estruendoso “Joselu, Joselu, Joselu”, informó el portal TyC Sports.