En el marco de las celebraciones por el Día de la Independencia, el presidente Javier Milei estuvo presente en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, ubicada a pocos pasos de Casa Rosada, para compartir junto a su Gabinete del histórico Tedeum en la fecha patria.
Acompañado por la vice Victoria Villarruel, su hermana Karina y todo el Gabinete, Milei ingresó a las 9.04 luego de haber recorrió a pie la cuadra que separa Casa Rosada de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
Siendo las 09:10, el monseñor Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires, dio inicio la ceremonia religiosa por el 9 de Julio.
“Como decía el papa Francisco, no hay tiempo para la indiferencia, no nos podemos lavar las manos con a distancia, la presidencia o el menosprecio”, sostuvo García Cuerva. Y agregó: “O somos hermanos o se viene todo abajo”.
Asimismo, el arzobispo de Buenos Aires hizo referencia a los más necesitados. “A muchos les falla el termómetro social para saber lo que viven los argentinos de a pie. Que se agrande la torta, que nadie quede afuera y que no haya excluidos”, manifestó el monseñor.
Y completó: “Entre todos construimos la Patria, más allá de saber que luego puedan ser tomadas frases aisladas para querer alimentar la fragmentación”.
En ese sentido, volvió a apuntar contra la política al señalar la necesidad de “dejar de lado personalismos y generar consenso que permitan a la creatividad y la audacia para abrir nuevos caminos”.
“Como los congresales de Tucumán, queremos ser audaces, jugárnosla toda por los que sufren (…) Independizados de todo prejuicio y rechazo del otro por pensar distinto, del odio que nos enferma, de la corrupción del ventajismo y de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos. Por algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre”, dijo.