El incremento en los precios en los surtidores se debe en parte a una reciente medida del Gobierno que ha aplicado un aumento parcial en los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). Según el Decreto 681, publicado este jueves en el Boletín Oficial, el impuesto a los combustibles ha sido ajustado en un 1%, lo que impacta directamente en los precios finales al consumidor.

Además de este ajuste impositivo, las petroleras han trasladado al precio de los combustibles el efecto de la devaluación mensual del peso, que se aproxima al 2%. Este ajuste es una práctica común en el sector, dado que los precios de los combustibles están parcialmente dolarizados. A esto se suma el incremento en el costo de los biocombustibles que se mezclan con la nafta y el gasoil, contribuyendo al aumento total de los precios, informó el portal TN.