Con el inicio del ciclo escolar, el transporte público volvió a ser un tema de debate en la ciudad, especialmente para aquellos que dependen de los colectivos para movilizarse diariamente. Misionescuatro consultó a los usuarios del servicio sobre las condiciones en las que viajan actualmente, y las respuestas fueron contundentes: la situación sigue siendo preocupante.

Un usuario expresó su frustración diciendo que “colectiveros o las empresas hacen esto a propósito. Andan despacio y nos hacen perder los turnos. Esto no va a mejorar más. El municipio tiene que intervenir y controlar más. La gente se pelea por subir a los colectivos. Los viejos no sé qué van a hacer. Muchos viajan parados y los chicos se sientan y duermen”, reflejando la creciente tensión y malestar entre los pasajeros.

Otro comentario resaltó las condiciones de los colectivos, señalando que “algunos transportes están hechos pelota. Otros más o menos. Hay más pasajeros, colectivos sin aire acondicionado y es un desastre”. Esta queja resalta una de las principales dificultades que enfrentan los usuarios: los colectivos no solo están saturados, sino que también las condiciones de los vehículos han empeorado, lo que incrementa el malestar.

Si bien algunos notaron que hubo un pequeño aumento en la frecuencia de los colectivos, la percepción general sigue siendo negativa. “Viajamos mal. Esperamos mucho, casi una hora, y uno tiene médico y turnos. Aumentaron un poco las frecuencias, pero el servicio sigue siendo deficiente. No puede ser que tarde tanto. No se puede pagar un remis. Debe venir más rápido, como antes”, señaló otro pasajero, dejando claro que, aunque se hicieron algunos ajustes, la mejora no ha sido suficiente.

Las quejas sobre la falta de unidades también fueron comunes. Un vecino del barrio A4 relató que “a las 6 quería tomar el colectivo y pasó de largo. Tenemos colectivo cada dos horas, van llenísimos, no paran y tenemos que salir a la ruta. Faltan unidades. No pasaba esto antes, pero estos últimos años sí. Había un colectivo como el 12 que venía al hospital, pero ahora nada”. La escasez de unidades es uno de los problemas más graves que enfrentan los pasajeros, especialmente aquellos que viven en barrios alejados o que necesitan tomar colectivos en horarios menos demandados.

A pesar de las quejas y el descontento, algunos pasajeros también señalaron que las autoridades y las empresas de transporte deberían hacer un esfuerzo mayor para mejorar las condiciones. Para muchos, la situación es insostenible y requiere una intervención urgente. El aumento de la demanda debido al regreso a clases y la falta de una respuesta adecuada por parte de los responsables del transporte público sigue siendo un desafío no resuelto.