
Este lunes, un grupo de docentes se concentró en la Plaza 9 de Julio para manifestarse en contra de los bajos salarios y las precarias condiciones laborales, en el marco del inicio del ciclo lectivo 2025. Los educadores afirmaron que, a pesar de los constantes reclamos, las autoridades provinciales siguen haciendo caso omiso a sus demandas.
Alberto Billordo, profesor, expresó su frustración con el gobierno provincial: “El gobierno está haciendo oídos sordos al pedido de un salario digno para los docentes y profesores. Estamos cada vez peor, todos los años lo mismo. Passalacqua fue docente y debería estar con nosotros, pero vemos que no es así. Seguimos en la lucha y vamos a seguir”. Billordo también destacó las dificultades económicas que enfrentan: “Queremos cubrir la canasta básica, es una vergüenza el salario que tenemos en una provincia rica. Los fondos estatales no son destinados a los salarios, y hay escuelas sin buena infraestructura, sin mobiliario adecuado, e incluso con problemas de instalación eléctrica que venimos reclamando desde hace tiempo”. Según el docente, en marzo deberían haber comenzado con un sueldo justo.
Noelia Ferri, profesora, manifestó el cansancio de la comunidad educativa: “No queda otra que arrancar, pero empezamos con pocas ganas porque nos siguen ninguneando y tirando abajo el salario. Queremos una solución, queremos recuperar los 7 sueldos desde octubre de 2023 para acá”. Ferri también relató la situación en el CEF 26, donde las condiciones siguen siendo precarias: “Recibimos visitas y promesas, llegaron mesas, sillas y ventiladores para hermosear el lugar, pero la infraestructura está ahí, sin novedades. Seguimos trabajando en la Capilla San Ramón, un lugar no preparado para dictar clases”.
Mariela Márquez, otra profesora que se unió a la protesta, describió el inicio del ciclo lectivo como “atípico” debido al desgano generalizado. “Ni el clima ayuda”, expresó. También subrayó la desigualdad entre las escuelas urbanas y rurales: “Hay escuelas equipadas, pero en la periferia algunas escuelas funcionan en iglesias. Nos dieron mobiliario y ventiladores para arrancar, pero no es suficiente. Los chicos van a estar amontonados”. A pesar de su cansancio, Márquez subrayó: “Nunca hice paro, pero siempre estuve en la lucha”.